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ERROR JUDICIAL DEFINICION
1. Psicologia Forense y Ciencias del Comportamiento Aplicadas.
Definición de Error Judicial
"Nos Atrevemos a Defender Nuestros Derechos"
Los errores judiciales se definen como aquellos equivocaciones con o sin dolo,
cometidas por agentes del Estado, entiéndase; jueces, fiscales y policías con
orden de investigar. El error judicial emana del proceso judicial como
consecuencia de un procesamiento o condena injusta, en perjuicio de una persona
y su sistema familiar, cuya inocencia se comprueba con posterioridad. El error
debe tratarse de un error en materia de ley o del derecho, debe perjudicar a un
inocente, debe ser posible de probar o de ser sustentado por la duda razonable,
contraria a la certeza jurídica.
Error Judicial y Derechos Humanos
Un error judicial es una categoría de abuso a los derechos humanos y, según
definición de lo que uno podría llamar estado de derecho, es una infracción
judiciaria cometida generalmente por órganos estatales judiciales en contra
de personas naturales o jurídicas. Esta equivocación por parte de la administración
de justicia provoca en el perjudicado el derecho a ser indemnizado por el Estado.
2. Psicologia Forense y Ciencias del Comportamiento Aplicadas.
DENUNCIAS FALSAS O FALSAS ACUSACIONES
“Sería yo verdaderamente un insensato, Calicles, si no creyera que en esta ciudad
a cualquiera puede sucederle lo que sea. Sin embargo, estoy seguro de que si
comparezco ante un tribunal con el riesgo de ser condenado a algo de lo que tú
dices, mi acusador será algún malvado -pues ningún hombre honrado acusaría
a un inocente-; incluso no sería nada increíble que se me condenara a muerte”.
PLATÓN, Gorgias 521 d.
Las falsas acusaciones son rápidamente identificadas por sus víctimas, pero
resultan lejanas y dudosas a quienes nunca han sido denunciados falsamente, ni
son reconocidas como tales por sus autores, en casi ningún caso. Una denuncia
falsa es, en muchos casos, una intensa prueba de madurez a la que el destino
somete a la víctima por la iniciativa de un querellante o delirante, pero también
con la complicidad de quien sistemáticamente piensa que “cuando el río suena,
piedras trae”, sin pararse a pensar que ni lo uno ni lo otro es delito, o que algo sea
más falso. Quienes han vivido el impacto social y psicológico de verse acusados
falsamente no olvidan, no pueden olvidar los peores momentos, el alto precio ya
pagado, y sobre todo, la duda de quien menos debería haber dudado. Podemos
dar fe de que se pierden los malos amigos, mientras dudan o fastidian.
Chesterton sabiamente decía que las mentiras son más peligrosas cuanto más
se aproximan a las verdades. Los tontos no son capaces de separar unas de
otras sin ayuda más inteligente, y por ello es muy recomendable que un profesional
les haga reconocer sin ambigüedades ni reservas las verdades que exculpen al
falsamente denunciado, y también les haga ver y repudiar las mentiras
demostradas que inculpan al denunciante falso.
Ps. Cristián Araos Diaz
Psicología Forense y Ciencias del Comportamiento.