La energía eléctrica se manifiesta a través de cargas positivas y negativas. Los interruptores funcionan al liberar cargas negativas hacia las positivas, de manera similar a un imán. Existen dos tipos de corriente eléctrica, la continua que se encuentra en baterías y circuitos cerrados, y la corriente alterna que fluye en los enchufes y cambia constantemente de polaridad.