1. La mente empresarial encosascotidianas.
Ayerestaba con mis amigos visitando uncampo de motocross, por las afuerasde mi ciudad,ya se
imaginaranque el caminopara llegarnoes un asfaltobonito,peronome había dado cuentahasta
esta mañana, que la llanta de mi auto estaba perforada por un clavo. Me acorde que cerca de mi
casa había unpuesto sencilloypequeño de parchadosde llantas,asíque con el motorun poco frio
y con la llanta un poco desinflada fui directamente a ese puesto. El señor dueñodel puesto es un
hombre que yallevaañosenelnegociode inflarycambiarllantas, élesbuenoensutrabajo.Cuando
llegue el señorparchómi llantasinningúnproblema,peroconel apuronohabíasacadolabilletera,
pero por suerte tenía dinero en los bolsillos para pagar el 90% del precio del servicio, entonces le
dije que volvería para pagarle el restante 10% del servicio,y el señor se rió y dijo “está bien”.Con
esarisaentendíque me habíadichoimplícitamente“Novoyahacerme problemaporun10%,yasé
que no volverás”. Me puse a pensar que más allá de ser justo y pagar lo que debía, habían otros
motivos estratégicos porlosque sí deberíahacerlo,puesel hacerlodemostraríaque puede confiar
en mí y que si alguna vez tuviera una emergencia que requiera sus servicios y no tendría dinero
disponible,el creería que si podría pagarlo después. Así es, estaba pensando en que ese simple
hecho seria mi apertura de una cuenta de pago a crédito para serviciosde emergencia referidos a
llantas,y así fue que lo comprobé dos días despuéscuandointencionalmente pague unserviciode
infladode llantaconunbilletedecorte alto,yel señor medijo“Notengoparadarte cambio,págame
despuéscuandovuelvasdeltrabajo”.El hechodehaberpagadoese10% tambiénhizoquelacalidad
de su servicio mejorara y que ahora estuviera acompañada de asesoramiento gratis en tema de
llantas,yaque cuandovisitoel puesto,elseñorme vadandotipsy también me pasacontactospara
comprar unas nuevas llantas a buen precio. Pienso que los valores de una persona pueden abrir
puertas, pero también pienso que la mente empresarial que aprovecha desde negocios grandes
hasta cosas cotidianas de la vida, puede abrir muchas oportunidades.
Daniel Luizaga