2. Los músculos del cuerpo están compuestos por tres tipos de tejido muscular
distinto. En ciertas características los tres tipos son similares: los afecta el
mismo tipo de estímulo, producen potencial de acción poco después de haber
sido estimulados, poseen la facultad de contraerse, la fuerza de contracción
depende de su longitud inicial, tienen la propiedad de mantener tono, se
atrofian debido a la circulación inadecuada y se hipertrofian respondiendo al
aumento de trabajo.
3. El músculo liso es involuntario y forma las paredes de las vísceras huecas, como el estómago y
la vejiga, y la de los diversos sistemas tubulares, como el circulatorio, el tubo digestivo, el
aparato respiratorio y los órganos de la reproducción. Se contraen con mayor lentitud, son más
extensibles y capaces de contracción más sostenida y rítmica, mas sensible a los estímulos
térmicos y químicos. La contracción del músculo liso de un órgano hueco ocasiona el
vaciamiento de este órgano; en el caso del tubo digestivo, el contenido es propulsado hacia el
exterior mediante ondas de contracción (movimientos peristálticos).
4. El músculo cardiaco, no se encuentra bajo el dominio de la voluntad, es
automático. Posee cuatro propiedades básicas; 1) ritmo, o sea la propiedad de
generar impulsos periódicos; 2) conductividad, o sea la propiedad de trasmitir
esos impulsos por todo el miocardio; 3) irritabilidad, o sea la propiedad de
responder a los estímulos; 4) contractibilidad, o sea la propiedad de contraerse
respondiendo a un estímulo.
5. El músculo estriado o esquelético, el de mayor interés para nosotros, está
compuesto por fibras que presentan bandas oscuras y claras alternas. Estas fibras
son inervadas por los nervios craneales o espinales y están bajo el gobierno
voluntario. Este tipo de músculos contiene receptores para el dolor y sus principales
funciones son el movimiento corporal y el mantenimiento de la postura
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8. FUNCIONES DE LOS MUSCULOS.
1. Producción de movimientos corporales. Los movimientos de todo el cuerpo,
como caminar y correr, y los movimientos localizados, como sujetar un lápiz,
teclear o asentir con la cabeza como resultado de las contracciones
musculares, dependen del funcionamiento integrado de músculos
esqueléticos, huesos y articulaciones.
2. Estabilización de posiciones corporales. Las contracciones de los músculos
esqueléticos estabilizan las articulaciones y ayudan a mantener posiciones
corporales, como la bipedestación o la posición sedente. Los músculos
posturales se contraen continuamente durante la vigilia; por ejemplo, las
contracciones sostenidas de los músculos de la nuca mantienen la cabeza en
posición vertical.
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10. 3. Almacenar y movilizar sustancias dentro del cuerpo. El almacenamiento se
realiza por contracciones sostenidas de bandas anulares de músculo liso
denominadas esfínteres, que impiden la salida del contenido de un órgano hueco.
El almacenamiento transitorio de alimentos en el estómago o de orina en la vejiga
es posible porque los esfínteres de músculo liso cierran las salidas de estos
órganos.
4. Generación de calor. Cuando el tejido muscular se contrae, genera calor, un
proceso conocido como termogénesis. Gran parte del calor generado por el
músculo se utiliza para mantener la temperatura corporal normal.
11. • Elevación: movimiento superior de la escápula, como al encogerse de hombros o elevar un
peso por encima de la cabeza.
• Depresión: movimiento inferior de la escápula, como al tirar de una cuerda unida a una polea
hacia abajo.
• Abducción (protracción): movimiento anterolateral de la escápula, como al lanzar un
puñetazo.
• Aducción (retracción): movimiento posteromedial de la escápula, como al remar.
• Rotación hacia arriba: movimiento del ángulo inferior de la escápula en sentido lateral, de
manera que la cavidad glenoidea se mueva hacia arriba. Este movimiento se requiere para
movilizar el húmero más allá del plano horizontal, como al saltar y juntar los brazos por encima
de la cabeza al mismo tiempo.
• Rotación hacia abajo: movimiento del ángulo inferior de la escá