1. 10 diferencias entre el cerebro humano y la PC
Durante décadas se han comparado los ordenadores con los cerebros orgánicos. Y no
pocas publicaciones, sobre todo las más antiguas, se refieren a los ordenadores como
“cerebros electrónicos”. Sin embargo, existen importantes diferencias entre un
dispositivo de silicio y el órgano que alberga nuestra mente.
La comparación entre ordenadores y cerebros vivos ha servido muchas veces para
explicar que puede o no hacer un ordenador, o de que manera funciona. Sin
embargo, si somos estrictos, existen importantes diferencias entre uno y otro. De
hecho, una serie de investigaciones en el campo de las ciencias cognitivas han
demostrado importantísimas diferencias que, correctamente aplicadas por los
científicos, podrían ayudar a la hora de crear una inteligencia artificial
exitosa.
Diferencia 1:
Los cerebros son analógicos y los ordenadores son digitales.
A pesar de que el funcionamiento de una neurona puede simplificarse al extremo
de verla como un dispositivo binario, capaz de disparar una respuesta cuando
algún parámetro alcanza un valor determinado, la realidad es bastante más
compleja. Debajo de esta semejanza superficial con el mundo digital basado en
ceros y unos, existe una enorme variedad de procesos continuos y no lineales que
hacen de una neurona un elemento mucho mas complicado.
El desconocimiento de este hecho, o la no implementación del mismo en la creación
de las redes neuronales, han sido el motivo por el cual muchos modelos basados en
solo dos capas hayan sido incapaces de resolver determinados problemas. Los
“perceptrones”, ideados por Marvin Minksy y Seymour Papert en 1969 eran una
red nerviosa que carecía de una capa intermedia entre la recepción y la salida.
Ahora se sabe que ese tipo de redes subestiman profundamente la potencia
computacional de las redes nerviosas.
2. Diferencia 2:
El cerebro usa una memoria de contenido direccionable.
Cuando accede a un dato almacenado en la memoria, el microprocesador que
controla el funcionamiento de un ordenador se dirige a una posición precisa
dentro de ella. Esta forma de funcionamiento es, desde el punto de vista
electrónico, la más adecuada. Sin embargo, el cerebro funciona de una manera
completamente diferente.
Cuando un cerebro intenta recuperar algún dato almacenado en su memoria,
trabaja de una forma similar a la que emplea un buscador Web. Por ejemplo, si
pensamos en la palabra “zorro”, nos vienen a la mente un montón de datos
relacionados con ese término, desde la imagen de un animal hasta el contenido de
algún capitulo de una serie televisiva.
Un ordenador puede “simular” que funciona de esa manera. Justamente, un
buscador como Google crea enormes bases de datos relacionando palabras con
contenidos que, a la hora de buscar algo, devuelve resultados de una forma
similar a la empleada por el cerebro. Pero nativamente un ordenador no
funciona así.
Aunque ésta podría parecer una diferencia casi sin importancia, tiene profundas
implicancias en el funcionamiento de ambos elementos.
Diferencia 3:
El cerebro funciona en paralelo, los ordenador de forma serial.
Aquí no estamos refiriéndonos a la clase de paralelismo que puede exhibir un
ordenador dotado de varias CPUs, sino a la forma en que funciona el cerebro. A
pesar de que durante décadas los científicos han intentado asociar zonas del
3. cerebro a funciones especificas como el habla, la visión o la memoria, lo cierto es
que la realidad es bastante mas complicada.
Por ejemplo, en los últimos años se ha descubierto que las regiones de "memoria"
(como los hipocampos) juegan un papel importante en funciones tales como
imaginación o la navegación espacial, entre otras y diversas funciones. Esto lo
que permite a muchas personas que han sufrido la perdida de partes de sus cerebros
funcionar, a menudo, de forma normal.
Un ordenador, sin una parte del mismo, salvo contadísimas excepciones (algunos
se construyen con discos duros redundantes, por ejemplo), son incapaces de
afrontar con éxito un daño similar.
Diferencia 4:
El “ritmo” del procesamiento.
Un ordenador posee un sistema encargado de generar pulsos de reloj que marcan el
ritmo con el que se llevan a cabo la ejecución de las “instrucciones” que realizan
las tareas relacionadas con su funcionamiento. Más allá de que su velocidad
puede variar, por ejemplo disminuir para ahorrar energía, se trata de un
cronometraje preciso.
El cerebro no funciona de esta manera. De hecho, hay evidencias que la velocidad
de procesamiento de la información por parte de las neuronas está sujeta a una
cantidad de variables, entre las que se incluyen el tiempo necesario para que
una señal electroquímica cruce axones y dendritas, el tiempo de difusión de los
neurotransmisores a través de la fisura sináptica, etc. No existe en el cerebro algo
tan concreto como la velocidad de reloj en un microprocesador. Existe evidencia
acerca de que “el tiempo” en el cerebro se parece mas a la forma en que mueven
las olas en una laguna que con el funcionamiento de un reloj digital.
Diferencia 5:
4. La memoria a corto plazo no es como la RAM
El hecho de que ambos, cerebros y ordenadores, posean una sección llamada
“memoria”, y que la empleen en ambos casos para guardar datos no significa, ni
cerca, que funcionen de la misma manera.
En efecto, aunque la RAM y la memoria a corto plazo del cerebro necesitan
energía (un disparo nervioso en un caso y electricidad en el otro RAM),
aparentemente la memoria a corto plazo sólo contiene "apuntadores" a la
memoria a largo plazo, mientras que la RAM contiene datos que son isomórficos a
los que se guardan en el disco duro.
Otra importante diferencia es que la capacidad de la memoria a corto plazo del
cerebro no tiene límites, mientras que la RAM (algo que dolorosamente
comprobamos con frecuencia) es finita.
Diferencia 6:
La mente comprende “hard” y “soft”.
Durante años se pensó que el cerebro era el “hardware” capaz de ejecutar un
“software” que era nuestra mente. Es decir, la mente estaba separada de la
materia que forma el cerebro. Desafortunadamente, esta distinción no tiene en
cuenta un hecho importante: la mente emerge directamente del cerebro, y los
cambios de opinión son siempre acompañados por cambios en el cerebro.
En un ordenador, ambos elementos están claramente diferenciados.
Diferencia 7:
Las sinapsis son mucho más complicadas que las puertas lógicas.
5. A pesar de que muchos aun creen que los cerebros funcionan basándose en señales
eléctricas, tal como ocurre en los circuitos lógicos de un ordenador, la realidad es
que entre neuronas se transmiten mensajes compuestos por mensajeros
electroquímicos, cuya velocidad es muy inferior a las señales eléctricas.
Tal como explica el articulo original, es “equivocado pensar que las neuronas
funcionan simplemente como transistores” biológicos.
Diferencia 8:
El procesamiento y la memoria se efectúa en por los mismos componentes en el
cerebro.
Como todos los lectores de NeoTeo saben, dentro de un ordenador, el microprocesador
se encarga de trabajar con datos que obtiene (y deposita) en los circuitos que
forman parte de su memoria.
En el cerebro no existe una distinción entre una y otra función. Las mismas
neuronas que procesan la información pueden, modificando sus sinapsis, ser el
lugar de asiento de la memoria. Por consiguiente (y esto es importante), el proceso
mismo de recuperar un recuerdo lo modifica ligeramente, En general contribuye a
fortalecerlos, pero también puede hacerlos menos exactos.
Diferencia 9:
El cerebro es un sistema auto-organizado.
Esa característica le permite que, en caso de lesiones, zonas del cerebro que no
tenían una función idéntica a la perdida asuman la tarea correspondiente. Esto
se conoce como "plasticidad inducida por un trauma" y, por supuesto, no existe en
los microprocesadores tradicionales.
Diferencia 10:
6. Los cerebros están adosados a cuerpos.
Está bien: puede parecer una tontería. Pero no es así. De hecho, el cerebro posee
grandes ventajas por el hecho de tener un cuerpo a su disposición. Esto le permite
utilizar el medio ambiente que lo rodea como una especie de extensión de si mismo.
Por ejemplo, a pesar de con los ojos cerrados podemos intuir la ubicación de los
objetos a nuestro alrededor, lo cierto es que utilizando los ojos podemos encontrarlos
mucho más fácilmente. De alguna manera, el cerebro delega sus necesidades de
memoria en el ambiente en que se encuentra. Al fin y al cabo, no tiene sentido
molestarse en recordar la ubicación de cosas si con un vistazo podemos
encontrarlas.