1. COLECCIÓN DE PERSONAS.
Hoy he tomado una decisión importante, de esas que pienso mucho, de las que
me dan mucha ansiedad y algunas veces mal humor. A partir de hoy, 27 de junio
de 2013 a las 2:52 am con 43 segundos, empezaré a hacer una colección de
personas. Sí, personas. Coleccionaré algo simbólico, que me recuerde cada vez lo
vea, lo que descubrí en sus gestos, en especial su sonrisa y su particular forma de
mirarme.
He pensado en guardar en una cajita de madera, una piedra por cada persona que
conozca, cada una con su respectivo nombre. Además, enumeradas y con fecha.
Aunque también pensé que todo eso tal vez no cabría escrito en la piedra.
Entonces haré sólo una lista en uno de mis cuadernos, en el personal, y a las
piedras les pondré pequeños números. Así podré clasificar la colección de
personas que tenga.
Y si por cosas de la vida no encuentro piedras, le pediré algo que lleve puesto,
una manilla, un arete, un cordón, o un zapato si lo prefiere. Y si no sede a nada de
eso, tomaremos una cerveza y conservaré la tapa de la suya. Lo importante no es
el objeto que represente la persona, sino el significado que este tiene para mí.
Coleccionaré, desde los que suelo conocer sólo por una noche, hasta los que no
sé cuándo desaparecerán de mi vida. Pero eso sí, la persona ha de tener una
conversación, un acto o algo ha de impresionarme, para desear guardarla en mi
cajita de madera, que será pintada por mí misma. Y serán las personas que trataré
de recordar, para el día que espero, el día en que pierda más mi memoria.
Ellos se llevarán de mí, sólo una sonrisa y tal vez una mirada muy coqueta, un
bonito recuerdo, pero nada más. Aún no sé qué darles de mi parte. He pensado en
regalarle a cada persona que conozca una palabra, o quizá una frase coherente
hecha por mí. Tal vez así lo quieran conservar.
Entonces en las noches, siempre saldré con 5 frases en mis bolsillos, en caso de
no tener bolsillos, ya encontraré donde guardarlas. Por si conozco otra persona
para mi colección.
Fin. Esa fue la decisión de esta madrugada, después me sentaré y detallaré cada
objeto o piedra, y escribiré la más bella historia con ellas. Por último, necesitaré
una sábana blanca, sólo para mi colección de personas. Y cada vez que aparezca
alguien nuevo, pondré todo sobre la sábana y tomaré una foto, una tras otra. Así
perdurarán mucho más, para mí.
Alexandra Arango Jaramillo.