1. Desastres tecnológicos informáticos
Explosión por meter 64 en 16
La historia de los desastres tecnológicos que en los últimos años ha afrontado
la Humanidad daría para hacer innumerables libros y películas.
Baste citar algunos de los más comentados, como el error de programación en
una sola línea de código en el sistema que controlaba las llamadas telefónicas
en Estados Unidos, el cual propició que en un solo día de 1990 más de 75
millones de líneas telefónicas se interrumpieran.
En los récords habría que incluir la «auto explosión» en 1996 del cohete Ariane
5 de la Agencia Espacial Europea, un proyecto que había costado más de 500
millones de dólares, y que se autodestruyó a sí mismo a pocos segundos del
despegue, cuando el software que controlaba el vuelo del cohete —según
arrojó una investigación de la revista New York Times— trató de usar «un
número de 64 bits en un espacio de 16 bits».
Más incomprensible, para emplear un término amable, es lo que sucedió en
1998 con el proyecto de sonda marciana, la Mars Polar Lander, que voló muy
bajo y se precipitó sobre el suelo de Marte, simplemente porque uno de los
subcontratistas que diseñó el software de vuelo alrededor del planeta rojo
utilizó unidades de medición diferentes a las que utilizaba la Agencia
Aeroespacial de Estados Unidos para controlar la sonda.
En 2004, un error en el sistema informático que controlaba los fondos para la
Agencia de Apoyo Infantil del Reino Unido (CSA) hizo que se le pagara de más
a 1,9 millones de personas, mientras que a otras 700 000 las dejó sin dinero,
causando un verdadero caos financiero que costó cientos de miles de libras
esterlinas.
Y es útil citar el desastre tecnológico más reciente, el derrame petrolero en el
Golfo de México, cuyas consecuencias para la economía, la vida humana y la
naturaleza se consideran ya catastróficas, y donde todo apunta a que una falla
en un equipo mal manipulado causó el que ya es considerado por muchos
como el peor desastre ecológico que ha sufrido Estados Unidos.
El código, al desnudo
Pero lo peor estaba por llegar. A medida que los usuarios tenían acceso al
sistema, iban aflorando sus costuras, que eran muchas y muy obvias. Cinco
días después del lanzamiento llegó la primera bomba: un tuitero tuvo acceso al
código fuente del proyecto con sus respectivas contraseñas. Se trata de un
fallo de seguridad de extrema gravedad, quizá el mayor de cuantos existen,
porque en el código fuente se encuentra reflejado el funcionamiento al
completo de un software. "El código fuente estaba en un servidor de desarrollo
abierto, un fallo que les delata como auténticos amateurs", explica
aTeknautas Miguel Ángel Ramírez, el informático que detectó el error.
2. Acusan al Ayuntamiento de falsear la información de altas en el servicio de
BiciMad
"Ahí estaban el desarrollo en Java del aplicativo y el funcionamiento de los
tótems escrito en C, junto a todas las claves privadas, con las que se podría
acceder a los datos de los usuarios, por ejemplo. Luego la empresa me
reconoció que eran las contraseñas reales. Un error garrafal, vamos",
dice Ramírez, que lo puso en conocimiento de la empresa en cuanto tuvo
noticia y recibió su gratitud. Incluso el CEO de Bonopark, Miguel Vital, se puso
en contacto con él para agradecerle el gesto e incluso ofrecerle un puesto de
trabajo. "Me extrañó mucho y no acepté. ¿Cómo me iba a contratar una gente
que no me conoce de nada?, explica Ramírez aTeknautas.
La relación comenzó a torcerse cuando Bonopark descubrió que Ramírez
había expuesto algunos de sus hallazgos en Twitter. El tuit que detonó la
situación hace referencia a una disparidad entre las cifras del Ayuntamiento y
las que manejaban en el servidor interno.
Marinero sin rumbo (1962)
Coste: 18,5 millones de dólares.
Desastre: El cohete Mariner 1, en una investigación espacial destinada a
Venus, se desvió de su trayectoria de vuelo poco después de su lanzamiento.
El control de la misión destruyó el cohete pasados 293 segundos desde el
despegue.
Causa: Un programador codificó incorrectamente en el software una fórmula
manuscrita, saltándose un simple guión sobre una expresión. Sin la función de
suavizado indicada por este símbolo, el software interpretó como serias las
variaciones normales de velocidad y causó correcciones erróneas en el rumbo
que hicieron que el cohete saliera de su trayectoria.
El hundimiento del Hartford Coliseum (1978)
Coste: 70 millones de dólares, más otros 20 millones en daños a la economía
local.
Desastre: Sólo unas horas después de que miles de aficionados al hockey
abandonaran el Hartford Coliseum, la estructura de acero de su techo se
desplomaba debido al peso de la nieve.
Causa: El desarrollador del software de diseño asistido (CAD) utilizado para
diseñar el coliseo asumió incorrectamente que los soportes de acero del techo
sólo debían aguantar la compresión de la propia estructura. Sin embargo,
cuando uno de estos soportes se dobló debido al peso de la nieve, inició una
reacción en cadena que hizo caer a las demás secciones del techo como si se
tratara de piezas de dominó.
3. Muerte de las líneas de AT&T (1990)
Coste: 75 millones de llamadas telefónicas afectadas; 200.000 reservas de
vuelo perdidas.
Desastre: un simple conmutador de uno de los 114 centros de conmutación de
AT&T sufrió un pequeño problema mecánico y desactivó el centro. Cuando
éste volvió a estar habilitado, envió un mensaje a los otros nodos haciendo que
todos ellos dejaran de funcionar, lo que provocó una caída de 9 horas en la red
de la compañía.
Causa: Una simple línea de código errónea en una compleja actualización de
software destinada a acelerar las llamadas provocó una reacción que echó
abajo la red.
El fallo del Pentium en las divisiones largas (1993)
Coste: 475 millones de dólares, credibilidad de Intel.
Desastre: el promocionadísimo chip de Intel, Pentium, producía errores al
dividir números en coma flotante que se encontraban en un rango determinado.
Por ejemplo, dividiendo 4195835,0/3145727,0 se obtenía 1,33374 en lugar de
1,33382, un error del 0,006%. Aunque el error afectaba a pocos usuarios, se
convirtió en una pesadilla en cuanto a sus relaciones públicas; con unos 5
millones de chips en circulación, Intel ofreció reemplazar los Pentium sólo de
aquellos clientes que demostraran que necesitaban alta precisión en sus
cálculos. Finalmente, reemplazó los chips de todos los que lo solicitaron.
Causa: El divisor en la unidad de coma flotante contaba con una tabla de
división incorrecta, donde faltaban cinco entradas sobre mil, y que provocaba
estos errores en los redondeos.
El boom del Ariane (1996)
Coste: 500 millones de dólares.
Desastre: El Ariane 5, el más novedoso cohete espacial no tripulado europeo,
fue destruido intencionadamente segundos después de su lanzamiento en su
vuelo inaugural. Con él se destruyó su carga de cuatro satélites científicos
destinados a estudiar la interacción del campo magnético de la tierra con los
vientos solares.
Causa: El problema surgió cuando el sistema de guiado intentó convertir la
velocidad lateral de la nave de 64 a 16 bits. El número era demasiado alto y se
produjo un error de desbordamiento, lo que hizo que el sistema de guiado se
detuviera. En ese momento, el control pasó a un sistema idéntico redundante,
que también falló al ejecutar el mismo algoritmo.
El virus del amor (2000)
Coste: 8.750 millones de dólares, millones de ordenadores infectados,
importantes pérdidas de información.
Desastre: El gusano LoveLetter (carta de amor) infectó millones de
ordenadores y causó más daño que cualquier otro virus informático en la
historia. El gusano eliminaba archivos, modificaba la página de inicio de los
usuarios y el registro de Windows.
Causa: LoveLetter infectaba a los usuarios vía email, chats y carpetas
4. compartidas. Enviaba a través de correo electrónico un mensaje con el asunto
"ILOVEYOU" y un archivo adjunto; cuando el usuario abría el archivo, el virus
infectaba su ordenador y se auto enviaba a todos los contactos de la libreta de
direcciones.
Tratamiento contra el cáncer mortal (2000)
Coste: 8 personas muertas, 20 heridas de gravedad.
Desastre: El software de radiación terapéutica creado por Multidata Systems
International fallaba al calcular la dosis apropiada, exponiendo a los pacientes a
peligrosos, y en algunos casos mortales, niveles de radiación. Los físicos, a los
que legalmente se exige una doble comprobación de los cálculos del software,
fueron acusados de asesinato.
Causa: El software calculaba la dosis de radiación basándose en el orden en
que los datos eran introducidos, lo que provocaba que a veces generara una
dosis doble de radiación.
La máquina asesina (1985)
Coste: Tres personas muertas, otras tres heridas gravemente.
Desastre: La máquina de terapia radiactiva canadiense Therac-25 falló y emitió
dosis letales de radiación a los pacientes.
Causa: Debido a un sutil bug llamado rase condition (condición de carrera), un
técnico pudo accidentalmente configurar el Therac-25 de forma que el haz de
electrones se disparase en modo de alta potencia sin que el paciente contara
con la protección apropiada.
El 'Gusano de Morris'
El primer 'gusano' de Internet nació la tarde del 2 de noviembre de 1988,
cuando un estudiante estadounidense, Tappan Morris, liberó un programa
creado por él mismo que infectó entre 2.000 y 6.000 ordenadores sólo el primer
día, antes se ser rastreado y eliminado. Para que su 'gusano' tuviera efecto,
Morris descubrió dos errores en el sistema operativo UNIX, que le permitieron
tener acceso no autorizado a miles de ordenador
http://www.juventudrebelde.cu/suplementos/informatica/2010-05-19/no-olvidar-
los-desastres-tecnologicos/
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-07-15/el-desastre-tecnologico-
de-bicimad-estan-a-salvo-nuestros-datos-personales_162138/
http://www.taringa.net/posts/info/1890933/Los-20-desastres-mas-famosos-
relacionados-con-el-Software.html
http://axxon.com.ar/not/156/c-1560164.htm