Una voz dulce llegó a través de una rendija en un momento de debilidad, despertando al oyente de sus sueños e inspirando un amor diario y sin restricciones.
1. Como cuchillo en la mantequilla, llegaste a mi vida, cuando me moria.
Con una dulce voz por la rendija, asi te metiste entre mis pupilas, y asi te fui
queriendo a diario sin una ley sin un horario, tu y tu, y asi me fuiste despertando
de cada sueño dond eestabas tu y tu.