El internet transforma la gestión de las empresas al mejorar la productividad, calidad y control de las organizaciones, facilitar la comunicación y satisfacer a los clientes. También permite que las empresas se desenvuelvan en el mercado internacional, descentralicen el control, fomenten la colaboración entre trabajadores y aumenten su eficiencia para obtener ventajas competitivas y permanecer en el mercado centrándose en su negocio principal.