La diarrea puede ser ocasionada por un virus o, a veces, comida contaminada. En casos menos frecuentes, puede ser el síntoma de otro trastorno, como la enfermedad intestinal inflamatoria o el síndrome del intestino irritable. La mayoría de los casos desaparecen por sí solos. Algunas infecciones pueden necesitar antibióticos. Los casos graves pueden causar deshidratación suficiente como para requerir fluidos intravenosos. Las personas pueden sufrir: Áreas de dolor: abdomen o recto Gastrointestinales: cólicos, flatulencias, heces líquidas, indigestión, meteorismo, náusea, sangre en heces o vómitos Todo el cuerpo: deshidratación, fiebre, pérdida de apetito o sed También comunes: boca seca o producción de orina insuficiente Si tu hijo presenta alguno de los siguientes síntomas, consulta a tu médico de inmediato: No orina en 3 horas o más. El niño presenta fiebre de 38.9 ºC (102 ºF) o más. Presenta heces con sangre o negras. No mejora después de 24 horas. No reacciona o se muestra indiferente. Tiene la boca seca o llora sin lágrimas. Los ojos, las mejillas o el abdomen parecen hundidos.