El documento habla sobre el diseño y mantenimiento de las habitaciones y camas de los pacientes en un hospital. Describe los diferentes tipos de camas, como las cerradas, abiertas y de posoperatorio. Explica que es importante ofrecer privacidad, comodidad y un ambiente agradable para los pacientes para mejorar su recuperación. También destaca la importancia de limpiar y desinfectar regularmente las superficies y mantener la higiene.
2. La habitación del paciente es el espacio físico y el contenido que
durante su estancia en el hospital, el paciente emplea
personalmente y dónde va a vivir temporalmente en su estancia en
el centro hospitalario. El descanso en una cama tiene beneficios:
limita sufrimiento, alivia dolor, favorece el sueño y la recuperación.
3. Cuando un paciente es ingresado en un hospital durante un periodo medio o largo, la habitación
del hospital se convierte temporalmente en su casa. Es por eso que cuando hablamos de diseñar
una habitación de un hospital, ¿por qué no deberíamos pensar en las mismas características
que cuando diseñamos una vivienda? Varios estudios evidencian la relación directa que hay
entre la recuperación del paciente y el entorno que lo rodea. En los últimos años está habiendo
un cambio de tendencia en la arquitectura sanitaria, donde los especialistas buscan una
vertiente más humana y cercana, alejándose del ambiente medicalizado.
Hay que remarcar que cuando hablamos de humanizar para mejorar la recuperación de los
pacientes, no nos referimos sólo a ofrecer un mejor entorno únicamente pensando en el
paciente, sino también en los profesionales que trabajan allí: diseñar para las personas, no sólo
para los pacientes. Porque si el personal trabaja en condiciones óptimas, podrá asistir mejor a
los pacientes. Una vez asimilada la necesidad de humanizar el entorno hospitalario, nos
preguntamos cómo conseguirlo. A continuación describimos los aspectos que consideramos más
relevantes:
Bienestar Objetivo y Subjetivo
Privacidad
Funcionalidad
Distracciones Positivas
4. El mobiliario médico presente en todo hospital o clínica cumple de forma pasiva una doble función
importante: facilitar la labor de los profesionales de la salud y acomodar la estancia de los pacientes.
En una clínica o en un hospital hay muebles por todos lados: desde las zonas comunes hasta los
quirófanos, pasando por almacenes y habitaciones de pacientes.
5. Resistencia y Durabilidad
Fácilmente Lavable
Transportable
Cómodo
Así pues, un buen mobiliario médico en definitiva facilita el trabajo de los profesionales y crea un
entorno seguro, saludable y práctico. Para ello, cabe poner la durabilidad y la comodidad por encima
del diseño.
6. Toda habitación del paciente debe ser lo más acogedora posible para que la estancia sea
agradable para el usuario y sus familiares. En esta experiencia, el mobiliario hospitalario que
juega un mayor papel es:
Camas Hospitalarias
Carros de Lencería
Mesillas
Armarios
Obs: La cama se compone generalmente de un bastidor, un cabecero fijo, un piecero, un
respaldo, un mando a distancia, ruedas silenciosas en general y accesorios estándar como: porta
suero, ganchos de drenaje, barreras de protección
7. La cama debería cambiarse del todo todos los días, tras el baño o aseo del paciente.
Si es un paciente encamado o portador de drenajes, sondas, sueros etcétera., se cambiará el
travesero o sábanas, las veces que haga falta para su bienestar y de esta forma evitar heridas
cutáneas por rozaduras.
Previo a empezar, se comprobará que se encuentre preparada toda la lencería, tanto de la cama
como de uso personal, pijama o camisón, toallas y las bolsas de recogida de ropa sucia, que se
identificará constantemente en rojo o negro conforme con la patología del paciente.
La cama se limpiará una vez a la semana o cuando que quede libre con agua y jabón, secándola
más adelante con un paño seco.
El colchón se limpiará diariamente con un paño y si el paciente puede levantarse le daremos la
vuelta. Una vez que el paciente es dado de alta, se limpia el colchón con agua caliente, jabón y
una solución de lejía al 0,1%.
8. El cuerpo de un paciente puede deslizarse lentamente en la cama cuando permanece allí durante un
largo tiempo. El paciente puede solicitar que lo suban más para estar cómodo o puede necesitar que
lo suban para que el médico pueda hacerle un examen.
Usted debe mover o halar a alguien hacia arriba en la cama en la forma correcta para evitar lesionar
los hombros y la piel del paciente. Usar el método correcto también le ayudará a proteger su espalda.
Se necesitan al menos 2 personas para subir a un paciente en la cama de manera segura.
La fricción a raíz del rozamiento puede raspar o romper la piel de la persona. Las zonas comunes en
riesgo de fricción son los hombros, la espalda, las nalgas, los codos y los talones.
Nunca suba a los pacientes tomándolos por debajo de los brazos y halándolos. Esto puede lesionarles
los hombros.
9. Explíquele al paciente lo que planea hacer para que sepa qué va a suceder. Anime a la persona para
que le ayude si es posible.
Párese en el lado opuesto de la cama de donde el paciente va a girar y baje la barandilla de la cama.
Mueva al paciente hacia usted y luego suba nuevamente la barandilla.
Camine al otro lado de la cama y baje la barandilla. Pídale al paciente que mire hacia usted. Esta
será la dirección en la cual la persona va a girar.
El brazo que queda debajo del paciente debe estar estirado en dirección hacia usted. Coloque el brazo
que quedó arriba del paciente en el pecho.
Cruce el tobillo del paciente que está arriba sobre el tobillo que está abajo.
10. Explicar el procedimiento al paciente.
Lávese las manos y póngase los guantes según sea necesario.
Enfréntate a la cabecera de la cama. Coloca tu pie exterior hacia adelante. Tus pies deben estar a unos 12
pulgadas de distancia. Mantén tus caderas alineadas y flexionadas ligeramente en la rodilla.
Asegúrese de que la cama esté en su posición bloqueada.
Para un paciente independiente que pueda sentarse sin asistencia: Pídale al paciente que ruede sobre su costado
hacia el lado de la cama en el que va a estar sentado. Pídeles que doblen las rodillas y se vuelvan de lado, de cara
a ti. Indique al paciente que agarre el colchón con la parte inferior del brazo (el brazo más cercano al borde de la
cama) y que use la otra mano para empujarse hacia arriba extendiendo su pecho y llegando hasta el colchón.
Instruirlos a empujar hacia abajo sobre el colchón mientras balancean sus piernas sobre el costado de la cama.
También pueden usar un riel lateral para apoyo mientras están sentados. Brindar apoyo y asistencia según sea
necesario.
Para el paciente que requiere asistencia para sentarse: Coloque un brazo (el brazo más cercano al paciente)
detrás de los hombros del paciente. Si se trata de un paciente particularmente frágil o uno que no puede
controlar su cuello o cabeza, apoye el antebrazo y la mano detrás de su cabeza. Esto evita que su cabeza ruede
hacia atrás. Coloque su otro brazo debajo de los muslos del paciente.
No los sostenga debajo de su axila (axila) y no tire contra su ropa u otra parte del cuerpo. Podrías causarles
lesiones si lo haces.
11. Use un movimiento de balanceo suave para ayudar al paciente a impulsar hacia adelante y hacia
arriba a una posición sentada. A la cuenta de 3 (cuente en voz alta para que el paciente sepa cuándo
se moverá), ayude a mover al paciente a la posición sentada girándolo lentamente hacia arriba y
hacia usted. Balancee hacia adelante y luego hacia atrás, manteniendo la espalda alineada y coloque
su peso sobre su pie trasero para proporcionar una base firme de apoyo y equilibrio mientras asiste
al paciente a una posición sentada. Ayudar a posicionar las piernas del paciente sobre el borde de la
cama.
Coloque una o dos almohadas detrás de la espalda del paciente para mantenerlos en posición
vertical. Colocar y cubrir al paciente para mayor comodidad.
Verifique si hay cambios en la condición del paciente, como mareos, debilidad o dificultad para
respirar. Asegúrese de registrar y reportar cualquier condición observada o declaraciones hechas por
el paciente para indicarlo. Si el paciente permanece mareado o continúa reportando sentirse débil,
devuélvalo a una posición acostada. Informar de inmediato a un supervisor.
Quítese los guantes si los usa y lávese las manos.
Vuelva a colocar la cama en su nivel más bajo y asegúrese de que los rieles laterales estén elevados.
12. Explíquele los pasos al paciente.
Ubique la silla junto a la cama, cerca de usted.
Para llevar al paciente hasta una posición sentada, voltéelo sobre el mismo lado de la silla de ruedas.
Ponga uno de sus brazos bajo los hombros del paciente y uno detrás de las rodillas. Flexione sus rodillas.
Balancee los pies del paciente fuera del borde de la cama y aproveche el impulso para ayudarle al paciente a
sentarse.
Mueva al paciente hasta el borde de la cama y baje la cama de forma que los pies queden tocando el suelo.
Coloque la pierna externa del paciente (la más alejada de la silla) entre sus rodillas para obtener apoyo. Doble
sus rodillas y mantenga su espalda recta.
Cuente hasta tres y lentamente párese. Utilice las piernas para levantarse.
Al mismo tiempo, el paciente debe colocar las manos a los lados y ayudar a empujarse fuera de la cama.
El paciente debe ayudar a apoyar su peso sobre su pierna buena durante el traslado.
Gire hacia la silla, moviendo los pies para que la espalda quede alineada con las caderas.
Una vez que las piernas del paciente estén tocando el suelo, doble las rodillas para bajar al paciente hasta el
asiento.
Si el paciente comienza a caerse durante el traslado, bájelo hasta la superficie plana, cama, silla o piso más
cercanos.
13. Baje la cabecera de la cama y ajuste la altura de la cama para que le quede a la altura de la cintura. Asegúrese de que las
ruedas de la cama estén bloqueadas.
Ponga una bolsa de basura, un tablero plástico de deslizamiento u otro dispositivo que reduzca la fricción entre la sábana de
la cama y la de tracción, insertándolo debajo de uno de los costados del paciente.
Corra las piernas del paciente hacia el borde de la cama.
Indíquele al paciente que cruce los brazos sobre el pecho. Explique el traslado al paciente.
Sujete la sábana de tracción de ambos lados de la cama.
Cuente hasta tres en voz alta, inclínese hacia atrás y, usando su cuerpo de contrapeso, deslice el paciente hasta el borde de la
cama. El asistente mantiene agarrada la sábana, evitando que se resbale.
Haga que el asistente “acune” al paciente en la sábana de tracción mientras usted trae la camilla.
Ajuste la altura de la cama de modo que quede ligeramente más elevada que la camilla. Luego, sitúe la camilla y bloquee las
ruedas para que no se mueva de posición.
Coloque las piernas del paciente en la camilla.
Si es seguro, pídale al asistente que se arrodille sobre la cama mientras sigue sujetando la sábana de tracción.
Cuente hasta tres en voz alta, agarre la sábana de tracción y traslade al paciente a la camilla. Podría tener que repetir esto.
14. Este procedimiento se realiza con el fin de desinfectar las superficies
contaminadas con materia orgánica o sangre. En este caso, se elimina la materia
orgánica con un paño o papel, luego se limpia la zona con agua y jabón y, por
último, se utiliza un desinfectante.
15. Es el procedimiento que se realiza para la cama clínica en diferentes situaciones. Las cuatros formas
básicas para presentar la cama en la unidad del paciente son:
Cama Cerrada: Cuando ésta se encuentra desocupada hasta antes del ingreso del paciente.
Cama Abierta: Cuando se prepara al paciente que ésta en condiciones de deambular. Se distingue de
la cama cerrada por los cambios en la ropa que cubre al paciente.
Cama Post-Operatoria o de Recuperación: Cuando se prepara para recibir a un paciente que ha sido
intervenido quirúrgicamente.
Cama Ocupada: Cuando se prepara la cama mientras el paciente se encuentra en ella.
La forma de cubrir la cama, independientemente de los tipos mencionados varía, según las normas
de la institución hospitalaria, tipo de paciente y disponibilidad de recursos materiales, sin que esto
repercuta en los objetivos deseados para lograr comodidad y seguridad al paciente durante su
utilización.
16. Ofrecer seguridad desde el punto de vista bacteriológico.
Proporcionar bienestar físico
Facilitar la movilización del paciente
Fomentar hábitos higiénicos en el paciente
Equipo: colcha o cubrecama, cobertor si es necesario, dos sábanas grandes, sábana clínica, una o dos
fundas para cojín tánico para ropa sucia.
17. Proporcionar un ambiente limpio y cómodo para que el usuario duerma, descanse y se recupere.
Eliminar elementos irritantes de la piel, proporcionando sabanas y cobijas sin arrugas.
Evitar el ejercicio del usuario al arreglar la cama mientras este ocupada (no mover al usuario más de lo necesario).
Aumentar la autoimagen del individuo, proporcionando una cama limpia, bien arreglada y cómoda.
Disponer de manera apropiada de la ropa sucia y evitar la contaminación cruzada.
Colocar correctamente a los usuarios ayudando a obtener una posición tanto en lo físico como en lo emocional.
Evitar tenciones de la espalda o extremidades de la enfermera durante el procedimiento
Fomentar hábitos higiénicos en el paciente
Contribuir a mantener la estética del servicio