El documento define el cyberbullying como el uso de la tecnología digital con la intención de ofender, humillar, amenazar, acosar o abusar de alguien. Explica que el 37% de los jóvenes han experimentado cyberbullying frecuentemente y que 7 de cada 10 jóvenes han sido víctimas de acoso cibernético. También señala que el cyberbullying es especialmente grave debido al anonimato en internet, la falta de percepción inmediata del daño causado y la adopción de roles imaginarios en la red.