1. Por: John Didier Rodríguez Marín
ASI NO LLEGA LA PAZ.
Justo cuando nos aprestamos a vivir una de las épocas del año más bonitas y llenas de amor, el
país está en uno de sus momentos más críticos de convivencia y ésta vez no por cuenta del
narcoterrorismo, ni de la subversión, sino por la lucha del poder en dónde el fin justifica los
medios.
Es claro que nadie quiere sometérsele a nadie, y que quien tiene el poder quiere arrollar a su
adversario tan pronto como pueda. Es una lástima los hechos recientes del país que ponen al
descubierto el choque de trenes.
Fiscalía vs Contraloría, Procuraduría en su polémico fallo contra el Alcalde de Bogotá, Gustavo
Petro. El mandatario Distrital desafía la institucionalidad. Ente acusador señala al Ministerio
Público. Congreso arremete. Jueces y Fiscales se venden por un plato de lentejas. Clase política
carga sus propuestas con un arsenal de mentiras para mantenerse atornillado en el poder,
mientras miles de familias siguen aguantando hambre.
En este todos contra todos, quien pierde es la paz, la vida, y la convivencia. Soñamos con la paz
que nos pueda traer la desmovilización de las FARC pero no estamos “ni tibios” si pensamos que
esa es la llave que nos conduce al Edén.
Llegó diciembre, mes de parranda y de reflexión y ojala aprovechemos esta época para que de
verdad nazca Jesús en nuestros corazones porque de lo contrario será muy difícil que alcancemos
el país soñado. Seguimos señalando, criticando, haciendo justicia por nuestra propia mano,
odiando, no perdonando, no acatando a las autoridades, abusando del poder y negándole una
sonrisa a quien está cerca de nosotros porque estamos estresados.
Más allá de esta serie donde Tongo le dio a Borondogo y Borondongo a Bernabé y Bernabé le
pegó a Muchilanga, se requiere que seamos sensatos y para el año nuevo pensemos en qué puedo
yo aportar para hacer de Colombia y un mejor vividero. La paz la alcanzaremos sólo cuando la
podamos experimentar primero en nuestro corazón.