Cc 2304 el quinto mandamiento ! no matar, la paz !
La paz
1.
2. Uno de los grandes anhelos de
toda persona y de toda sociedad
humana es la de vivir en paz .
Sencillamente por que el diario
transcurrir de la vida esta
plagado de actos y actitudes
violentas en el mundo entero.
3. No hay medio de comunicación social que no se de cuenta
de lo que ocurre en el mundo todos los días como :
Asaltos
Atentados
Robos
Violaciones
Injusticias
Expresiones verbales
Agresiones
Guerras
Violencias que padecemos los ciudadanos en este mundo.
4. No solamente los actos grandes de guerra los
que perturban la paz cotidiana . Son también
las pequeñas y permanentes intrafamiliares
, en el puesto del trabajo ,En la calle , En la
escuela las que perturban la normal
tranquilidad de la gente . Son los oídos
, rencores , envidias , venganzas y egoísmos
los que mortifican el corazón humano y la en
pujan a atropellar el derecho a vivir en paz
que tienen las personas.
5.
6. La paz es aquella armonía interior
, aquella tranquilidad de espíritu
, aquel relax y regocijo interior
, aquella felicidad in tima y profunda
que invade a la persona , aquel
sentirse bien consigo mismo y con los
demás , aquel equilibrio emocional
, físico espiritual y religioso que vive y
que refleja una persona
7. La paz nace en el corazón del hombre
que crece en la conciencia del hombre y
que fructifica en las actitudes y
comportamientos del hombre.
Nos ayuda a comprender y practicar la
paz con las demás personas y con
nosotros mismos y así nos ayuda a
entender y a practicar la paz
8. La paz verdadera es vivir la vida
en dios, es vivir la riqueza
sobrenatural de los dones de
dios, vivir la santidad de dios.
Una persona pacifica es una persona virtuosa
llena de cualidades y valores humanos
motivada y movida por el mas sincero
humanismo.
9.
10. Cuando nosotros los seres humanos
practicamos la paz con las demás
personas y consigo mismo estamos
aprendiendo a querernos y a querer al
mundo y alas personas que nos rodean y
sobre todo aprendemos a valorarnos y
valorar nuestro planeta
11. La intranquilidad de las personas.
Siempre habrá guerra por querer
mandar a los demás y creerse los
mejores.
Vivirán con miedo al las guerras.
No tendrían paz.
Se volverían igual de egoístas a los
que provocan la guerra.
13. Ya es oficial. El Presidente Santos lo aprueba. Ha
comenzado un nuevo proceso de paz con las Farc. El
El también quiere participar y las Autodefensas
hace rato que piden pista para reanudar su proceso
truncado unilateralmente por el Presidente
anterior. Son tres actores del conflicto armado que
manifiestan su voluntad de hacerse escuchar por el
Gobierno y por la sociedad. Se trata de ideologías
diferentes, modos distintos de concebir el mundo y su
funcionamiento, pero de su diversidad puede surgir la
síntesis que finalmente plasmen los colombianos en
un renovado modelo de país. Para ello está el cauce
democrático y sus debates, la majestad del voto, la
libertad de elegir y ser elegidos, el derecho de
sentirse representativos y hacerse oír.
14. No ha sido fácil para el Gobierno tomar la decisión
de sentarse a proponer y escuchar. Tampoco lo es
para las Farc y el El, convencidos como están de la
necesidad de un cambio revolucionario. Para las
Autodefensas la decisión de desmovilizarse fue dura
de tomar en su momento –cuántas dudas y temores
debieron cruzar por su mente-, allá por 2002, pero
hoy 10 años después, ninguno de los ex comandantes
está dispuesto a abandonar su participación en
Justicia y Paz, ni está pensando en regresar al
monte al cumplir su condena. Finalmente, se trata de
colombianos y colombianas que saben que hay
caminos diferentes y superiores a los de las armas
para concretar los sueños de un País más justo, más
libre y más seguro.
15. Soy optimista. Pero habrá que ser
pacientes, persistentes, prudentes. No hay otra. No se
trata de cesar hostilidades ya, ni de promover
inverosímiles ceses bilaterales del fuego. No. Que la
guerra prosiga su curso, que nos siga doliendo a
todos, pero, a condición, que los diálogos entre las partes
– entre todas las partes- se realicen, se socialicen, se
profundicen. Seamos sensatos, seamos realistas. No le
pidamos al Presidente lo que el Presidente no puede dar
todavía. No le pidamos a las Farc ni al El que súbitamente
se transformen de revolucionarios en
socialdemócratas, de guerrilleros en congresistas.
Tampoco pidamos que las Autodefensas silencien sus voces
y renuncien a sus aspiraciones políticas una vez cumplidas
sus condenas en Justicia y Paz. Es cierto que la guerra
está desgastada, anacrónica, podrida –y nos tiene
podridos a todos- pero la paz está lejos de haber
madurado. Contentémonos con preparar el terreno, con
sembrar las primeras semillas, con ver aflorar los
primeros brotes.