1. TEJIDO ÓSEO
Es una variedad de tejido conjuntivo. Esto indica que está formado por células separadas y sustancia intercelular,
pero ahora la sustancia intercelular está mineralizada: se trata de una malla de fibras colágenas que se endurece, por eso es
muy resistente, no rígida, sino elástica, pero muy resistente.
Un hueso tiene como base tejido óseo, pero hueso es un órgano, tiene tejido conjuntivo fibroso en su parte externa
(periostio), zonas con cartílagos, cavidades con tejido blanco (médula ósea), vasos sanguíneos (que también son órganos), y
nervios.
OSTEOCITOS: son células del tejido óseo ubicadas en el interior, en zonas llamadas lagunas óseas; como lo que los
rodea es sustancia mineralizada, las lagunas se comunican unas con otras para el aporte metabólico por medio de
conductos calcóforos o canaliculos; estos conductos llegan finalmente a la superficie del tejido, donde hay vasos
sanguíneos de tipo capilar. En el espesor del tejido no hay vasos sanguíneos; por el interior, no circula sangre, sino
líquido tisular.
OSTEOBLASTOS: son células formadoras de tejido óseo.
OSTOCLASTOS: son las que destruyen tejido óseo.
CÉLULAS LIMITANTES: capa de células que se ubican en la superficie del hueso; son una especie de reserva celular
que tiene el tejido, pues de aquí se pueden diferencias osteoblastos, osteoclasto, condroblasto (relacionado con
cartílago). Estas últimas 3 células se ubican en la superficie libre del tejido.
TEJIDO ÓSEO COMPACTO
Cuando en el organismo se forma tejido óseo, en algunos sectores se organiza con las laminillas concéntricas a un
conducto central, lo que se denomina osteona o sistema de Havers. El colágeno va girando y se dispone en forma de círculo,
alrededor de ella están los osteocitos en sus lagunas. El conducto se denomina conducto de Havers, donde hay tejido blando,
tejido conjuntivo con vasos sanguíneos y capilares; también hay fibroblastos. En la superficie libre hacia el tejido
conjuntivo se encuentran las células limitantes, los osteoblastos y los osteoclastos.
En el tejido óseo compacto hay muchas osteonas, de distinto tamaño; en los intersticios que quedan también hay
tejido óseo, formado por laminillas que no forman parte de ninguna de estas osteonas, llamadas laminillas intersticiales;
también hay osteocitos. Las osteonas se ubican en forma paralela entre sí, lo que da mucha resistencia, a las cargas
verticales principalmente.
TEJIDO ÓSEO ESPONJOSO
Tiene múltiples cavidades. Las laminillas óseas tienen trayectos alargados e irregulares, conectados unos con otros.
Entre ellas quedan cavidades grandes llamadas cavidades esponjosas, ocupadas por tejido blando o médula ósea, que es
tejido conjuntivo laxo.
Existe dos tipos de médula ósea:
Una muy rica en células adiposas, llamada médula amarilla y se encuentra en el centro del hueso.
Hay otra que es roja y tiene actividad hemocitopoyética (donde se forman los elementos figurados de la sangre, menos
los linfocitos, que se originan en los órganos linfáticos); se encuentra en las cavidades esponjosas.
Un conjunto de estas laminillas recibe el nombre de trabécula o tabique. En el interior de una trabécula también
hay osteocitos. En la superficie hay osteoblastos, osteoclastos y células limitantes, por lo que se perciben una serie de
núcleos celulares.
La resistencia de este tejido es menor que la del compacto
En un hueso generalmente hay una parte externa de tejido compacto, y hacia adentro, tejido esponjoso.