La deep web es la porción muy grande de Internet que es difícil de rastrear y que no puede ser indexada por los motores de búsqueda tradicionales. Solo el 4% de Internet puede ser visto con navegadores comunes, mientras que el 96% restante requiere de un navegador especial como TOR para acceder a él a través de páginas ocultas con contenidos potencialmente ilegales. Algunas de las páginas más ocultas contienen material extremadamente delicado como pornografía infantil o videos de suicidios.