El disco compacto fue creado en 1979 por Kees Immink de Philips y Toshí Tada Doi de Sony. En 1980, Sony y Philips comenzaron a distribuir discos compactos enfocándose en el mercado de la música clásica. El formato se extendió a otros sectores como la informática, permitiendo almacenar hasta 600 MB. Los discos compactos están disponibles en 120 mm y 80 mm, con capacidades de hasta 800-875 MB y 210 MB respectivamente.