2. ¿Quién era Agar?
• Agar: Nombre extraño ni egipcio ni hebreo
• Su etimología incierta podría designar tanto un lugar
solitario, una montaña (Gál. 4: 25), como un simple
apodo: “la extranjera”, “la forastera”, o la “fugitiva.
• Agar es una pobre esclava egipcia evadida del clan de un rico
beduino iraquí, perdida a la deriva en un mundo cruel.
• ¿Quién eras tu cuando te encontró Jesús ?
3. ¿Cuál era la situación de Agar? 16:4-6
• De ser una sierva pasa a ser un vientre en “alquiler”
• Su Ama le dice que ella debe dormir con Abram y darle un hijo. No
tenia mas opción que obedecer
• Embarazada
• Sintió que su situación podía cambiar
• Estaba molesta por el abuso de sus amos
• Se atrevió a ofender y despreciar a su ama.
4. Huyendo de la Realidad
• Agar se equivoca en sus ilusiones de destronar a Sarai del corazón de Abram. Ni
su juventud, ni su belleza exótica, ni siquiera su fertilidad le bastan para seducir
al jefe. Y la vieja princesa estéril está cada vez más celosa de su sirvienta encinta
y soporta peor sus desprecios. La esclava se equivoca de táctica. Ofender
públicamente a su dueña no hace más que precipitar los acontecimientos. Así
que, en lugar de la gran promoción esperada, Agar cosecha maltratos y
vejaciones.
Por eso, antes de que llegue el despido, hace lo que hacemos también nosotros
cuando nos sentimos mal con nosotros mismos o con nuestro entorno a causa de
nuestros errores: huir. Agar huye llevándose con ella todo lo que tiene en el
mundo: un fardo a las espaldas y un bebé en sus entrañas. Su hijo será para ella
sola. Nadie la obligará a cumplir su contrato. La ruta hacia Shur, entre Cadesh y
Bared, es un camino polvoriento y solitario a través del desierto. Pero la soledad es
allí preferible para Agar que cualquier encuentro.
5. Dios nunca nos abandona Genesis 16:7-14
• Inesperadamente, Agar se encuentra frente a alguien con quien puede
compartir sus problemas. Después de una conversación de la que ignoramos
casi todo, el ángel anima a la asustada joven a hacer precisamente las dos
últimas cosas que quisiera hacer en ese momento: “Regresa a casa de tu dueña
y sométete a ella”. Es decir, sé realista. Cumple tu contrato. Vuelve a donde
perteneces y haz las paces. No te pierdas huyendo. Atrévete a resolver tus
conflictos y no te autodestruyas.
6. Dios tiene un plan para ti
• Allí comienza para Agar una nueva etapa de su vida. Deslumbrada por la revelación
del ángel, Agar descubre que el Dios de su dueño hebreo es también el de las
esclavas egipcias.
• Porque ese Dios sorprendente que Agar empieza a descubrir, está por encima de
religiones, fronteras y prejuicios humanos.
• Entonces Agar, sorprendida por la gracia divina, se inventa un nombre nuevo para
ese Dios al que apenas conoce: “El Dios que me ve”, (Atta-El-Roi, vers. 13). Y con él
le da nombre al pozo de Lachai- Roi, que está todavía entre Kades y Bared.
• En medio de su soledad, en medio de sus frustraciones, Dios sale al encuentro de
Agar para ofrecerle el regalo de su gracia, aportándole lo que más necesitaba en ese
momento: sentir que Alguien ve y acepta cuando otros ignoran y rechazan.
• Promesa de Dios para Abraham Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré
tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
7. • Agar vuelve resignada a cumplir su difícil contrato y darles a sus
dueños el hijo que lleva en sus entrañas.
• Porque Agar sabe ahora que Dios tiene un plan para ella y que
puede confiar en él. Pero lo que Agar no sabe todavía es que,
finalmente, su hijo, entregado temporalmente a sus jefes, acabará
quedándoselo ella. Ismael crecerá y se hará fuerte e independiente.
Un día abandonarán ambos el clan de Abrahán, y Agar se convertirá
en la madre del gran pueblo árabe.
8. • ¿de dónde vienes tú y adónde vas?
• Nos pregunta el ángel a ti y a mí. ¿Huyes tú también de tus
responsabilidades?
• ¿Has echado a perder tu situación, tu familia o alguno de tus sueños?
• ¿Te sientes tú también solo, incomprendido, decepcionado, maltratado,
despreciado, ignorado, injustamente tratado?
• ¿Por tu culpa o por la de los demás, qué importa, tus proyectos de vida, tus
sueños de futuro, se han desvanecido por la razón que sea y te encuentras de
pronto en pleno desierto?
• Has perdido la esperanza de realizar tu vida tal como te hubiera gustado y
ahora te has metido en un camino que no lleva a ninguna parte.
9. • Cómo piensas cruzar tu desierto?
• ¿Hacia qué porvenir incierto te diriges por ahí?
• Si en este momento estás huyendo de algo, quizá estés sufriendo tú también
el “síndrome de Agar”. Detente entonces en “la fuente de Quien te ve”.
• Déjale poner su mirada sobre ti. Déjale extender el bálsamo de su gracia
sobre tus heridas del alma. Déjate impregnar por el alivio de su presencia
bienhechora y presta atención a la voz del ángel. Déjalo hablar y escucha lo
que te diga
10. •
Si te ocurre sufrir alguna vez de lo que yo llamo “el síndrome de Agar”, si en tu
soledad –eventual o crónica– te ves a ti mismo huyendo de tus compromisos o de
tus problemas, desorientado, vagando a la deriva en pleno desierto espiritual;
víctima, autor o cómplice de una ruptura sentimental, personal o familiar; si crees
haber perdido toda esperanza de ser aceptado o comprendido, con tus aciertos y
errores, o simplemente visto por la persona o personas que quisieras.
• Si ésta(s te ignora(n), te descarta(n) de su vida, incluso definitivamente,
permíteme que te recuerde que, como a Agar, el ángel del Eterno te ve, y tiene para
ti un mensaje de esperanza. Como lo tuvo para Agar al borde del pozo en Shur.
11. Lecciones de la historia de Agar para nosotros
• Las circunstancias de la vida pueden no ser a simple vista las más favorables,
pero la certeza del amor de Dios hacia nosotros debe ser lo que nos sostenga en
todo momento. Romanos 8:28
• No debemos hacer excepción de personas sin importar la condición en que nos
encontremos. Hechos 10:34
• Dios siempre esta dispuesto a ayudarnos y encontrar una solución aunque todo
parezca oscuro, Dios debe ser nuestra primera opción siempre Mateo 6:33
• Dios tiene un plan para sus hijos, debemos permitir que el lo haga en su tiempo y
en su momento. Jeremias 29 :11
• A pesar de los errores (propios o de los otros) que nos tocan, Dios nos cuida.
Nos ofrece su protección y cuidado, aunque -desde la perspectiva humana- no lo
merezcamos.
12. • Un Dios que nos busca cuando le huimos, que nos sigue amando
cuando no somos amables, que nos acepta cuando somos
inaceptables y que nos soporta aún cuando somos insoportables.
Quien rescató a Agar de la muerte aquella noche oscura en el
desierto, te sale al encuentro a ti en el tuyo. “El que te ve” te
escucha, te comprende, conoce bien tu caso. Te acepta y te
propone empezar de nuevo a construir –o reconstruir– con su
ayuda un nuevo futuro para ti y los tuyos.
• Quizá, como Agar, los errores de otros te han marcado, y por culpa
de otros estés pasando por situaciones complicadas. El mensaje
es claro y contundente: “Yo te cuido, y tengo un futuro promisorio
para ti y tu familia, si confías en mí”.