Dios le ordena a Noé construir un arca para salvarse del diluvio que traería sobre la tierra, corrompida por la humanidad. Noé obedece fielmente las instrucciones de Dios de construir un arca de gran tamaño y llevar parejas de todos los animales. Gracias a su obediencia, Noé y los animales se salvan del diluvio en el arca, recibiendo la protección prometida por Dios.