Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Power para tic II 2017. completo
1.
2. Había una vez una niña llamada CAPERUCITA ROJA. Su
mama, que sabia coser, le había hecho una capa roja que
ella se ponia siempre, porque amaba su color.
Un día, su mama le encargo que le lleve a su abuelita pan,
leche y chocolates, porque ella estaba enferma. Pero, le
dijo que no se distraiga ni juegue con nada en el camino,
porque podría ser MUY peligroso.
3. Caperucita iba saltando, cantado y bailando, miraba las flores y arboles muy
contenta. Su mama le había dicho por donde ir y ella seguía ese camino. Pero, de
repente se le apareció un feo y enorme lobo feroz y le dijo:
- Caperucita, caperucita ¿A dónde vas ?
- A la casa de mi abuelita- respondió Caperucita sin miedo
- Hagamos una carrera a ver quien llega primero- Caperucita lo miro divertida.-
pero te voy a dar una ventaja vos anda por el camino mas rápido- le dijo
señalando por donde era.- y yo voy por el mas lento.
Caperucita acepto sin saber que el lobo la había engañado y mandado por un lugar
que jamás llegaría a la casa de su abuelita.
4. El lobo llego antes que Caperucita a la casa de la abuelita
y se comió a la pobre viejita…
5. Cuando Caperucita llegó,
llamó a la puerta:
-¿Quién es?, dijo el lobo
vestido con las ropas de la
abuelita.
-Soy yo, dijo Caperucita.
Pasa, pasa nietecita.
Cuando Caperucita vio a su
abuelita se sorprendió con
su aspecto :
-Abuelita, qué ojos más grandes tienes, dijo la niña extrañada.
-Son para verte mejor.
-Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes.
-Son para oírte mejor.
-Y qué nariz tan grande tienes.
Es para olerte mejor.
6. -Y qué boca tan grande tienes.
¡Es para comerte mejor!.
Caperucita empezó a correr por toda
la habitación y el lobo tras ella.
Pasaban por allí unos cazadores y al
escuchar los gritos se acercaron con
sus escopetas y sus cuchillos de caza.
Uno de ellos le dió un golpe muy
fuerte al lobo feroz en la cabeza y el
lobo cayó al suelo desmayado. El
cazador cogió su cuchillo y le abrió la
panza al lobo sacando a la abuelita de
Caperucita, que aún estaba viva.
7. Para castigar al lobo el cazador decidió llenar su panza de piedras.
A despertarse el lobo sintió tanta sed que fue al rio y por el peso de
las piedras se cayo ahí y se ahogo.
Caperucita volvió a ver su abuelita y desde entonces prometió hacer
siempre caso a lo que le dijera su madre.