El documento habla sobre el jardín del Edén, el árbol de la vida y la inmortalidad. Relata cómo Adán y Eva comieron del árbol prohibido y fueron expulsados del jardín, perdiendo así el acceso al árbol de la vida y la promesa de vida eterna. Jesucristo vino a dar vida eterna a través de la fe, y en el cielo nuevo habrá de nuevo acceso al árbol de la vida y la inmortalidad será restaurada.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
El alma (versos)
1.
2. Formó, pues, Jehová Dios al hombre
del polvo de la tierra, y alentó en su
nariz soplo de vida; y fué el hombre
en el alma viviente.
3. 26 Porque ¿qué aprovechará al
hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma?
¿O qué recompensa dará el
hombre por su alma?
4. 25 Pues ¿qué aprovecha
al hombre, si gana todo
el mundo, y se destruye
o se pierde un sí mismo?
5. 9 Y Jehová Dios hizo nacer la
tierra todo el árbol a la vista, y
bueno para comer; también el
árbol de la vida en medio del
huerto, y el árbol de la ciencia del
bien y del mal.
6. “El fruto de l árbol de la vida en el
huerto del Edén tenia poder sibre
natural. Comer de el significaba vivir
para siempre. Su fruto era el antídoto de
la muerte, sus hojas tenían el fin de
perpetuar la vida y la inmortalidad ”
7. “Para que poseyera una existencia sin
fin, el hombre debía continuar comiendo
del árbol de la vida. Privado de este
alimento, vería su vitalidad disminuir
gradualmente hasta extinguirse la vida.”
8. Según el pensar de Pablo; el hombre era
mortal en su naturaleza original , pero con el
prospecto de alcanzar la inmortalidad, pero
ese prospecto lo perdió cuando fue expulsado
del jardín del edén y ya no tenia acceso al
árbol de la vida que hubiera nutrido la
inmortalidad en el, así entro la muerte por el
pecado.
9. 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en
el huerto de Edén, para que lo labrara y lo
guardase.
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De
todo árbol del huerto podrás comer;
17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.
11. 6 Y vio la mujer que el árbol era
bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y árbol
codiciable para alcanzar la sabiduría;
y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió
así como ella.
12. 19 Con el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas
a la tierra, porque de ella fuiste
tomado; pues polvo eres, y al
polvo volverás.
13. 22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de
nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no
alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y
coma, y viva para siempre.
23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase
la tierra de que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto
de Edén querubines, y una espada encendida que se
revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol
de la vida.
14. Al comer Adán y Eva de este árbol,
reconocieron que dependían de Dios, el árbol
tenia poder para perpetuar la vida y mientras
comían de el no podían morir, los
antediluvianos vivieron tanto porque
recibieron de Adán y Eva el poder vivificante
que impartía este árbol.
15. 10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.
16. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre,
diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer;
17 mas del árbol de la ciencia del bien y
del mal no comerás; porque el día que de
él comieres, ciertamente morirás.
17. 21 Y Jehová Dios hizo al hombre
ya su mujer túnicas de pieles, y
los vistió.
18. 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana
manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un
cordero sin mancha y sin contaminación,
19. 8 Y la adoraron todos los moradores
de la tierra cuyos nombres no
estaban escritos en el libro de la
vida del Cordero que fue inmolado
desde el principio del mundo.
20. 10 pero que ahora ha sido manifestada
por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó
a luz la vida y la inmortalidad por el
evangelio,
21. 6 el cual pagará a cada uno conforme
a sus obras:
7 vida eterna a los que, perseverando
en bien hacer, buscan gloria y honra
e inmortalidad,
22. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero
todos seremos transformados,
52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos
serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados.
53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
23. 13 Te encargo delante de Dios, quien da vida a todos, y delante de
Cristo Jesús, quien dio un buen testimonio frente a Poncio
Pilato, 14 que obedezcas este mandamiento sin vacilar. Entonces
nadie podrá encontrar ninguna falta en ti desde ahora y hasta que
nuestro Señor Jesucristo regrese. 15 Pues,
En el momento preciso, Cristo será revelado desde el cielo por el
bendito y único Dios todopoderoso, el Rey de todos los reyes y el
Señor de todos los señores. 16 Él es el único que nunca muere y vive
en medio de una luz tan brillante que ningún ser humano puede
acercarse a él. Ningún ojo humano jamás lo ha visto y nunca lo hará.
¡Que a él sea todo el honor y el poder para siempre! Amén.
24. 4 Enjugará Dios toda la lágrima de los
ojos de ellos; y ya no hay muerteni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; Porque
las primeras cosas pasaron.
25. 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva
tierra que yo hago permanecerán delante de
mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra
descendencia y vuestro nombre.
23 Y de mes en mes, y de día de reposo[a] en
día de reposo,[b] vendrán todos a adorar
delante de mí, dijo Jehová.
26. 22 Después me mostró un río limpio de agua de
vida, resplandeciente como cristal, que salía del
trono de Dios y del Cordero.
2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro
lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce
doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas
del árbol eran para la sanidad de las naciones.
27. 7 El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que
venciere, le daré a comer del árbol de
la vida, el cual está en medio del
paraíso de Dios.
28. 16 Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo el que en
él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna.
29. 11 Y este es el testimonio: que
Dios nos ha dado vida eterna; y
esta vida está en su hijo.
30. 26 pues todos son hijos de Dios
por la fe en Cristo Jesús;
27 porque todos los que han sido
bautizados en Cristo, de Cristo
está revestido.