"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
+ Palabra rhema sobre lo que debemos predicar
1. Sobre lo que debemos predicar
Cuando Dios puso a Adán y Eva en el paraíso (Edén), no les advirtió de la
existencia de Satanás y que la serpiente los engañaría, ellos vivían un estado de
inocencia. No quiso sembrarles la semilla del temor. Sólo les enseño tener temor
de Él, que si comían del árbol del bien y del mal, morirían. Dios les enseño sólo
sobre su amor hacia ellos entregándoles toda la creación, “Entonces dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree
en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en
todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra” (Génesis 1:26-28). Y concluye Dios diciendo: “Y vio Dios todo lo que había
hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…” (Génesis 1:31a). De esa forma
le demuestra el amor Dios al hombre entregándole todo lo que Él había creado, y
no preocupándolo por algo que no debía saber.
Si vemos las escrituras y podemos entender a que vino Jesús, fue a traer
salvación, vida eterna y devolvernos lo que se nos fue quitado en el huerto de
Edén. Jesús nunca acuso a nadie y les dijo que se irían al infierno y que serian
destruidos en el fuego eterno, el vino fue a predicar sobre el amor del Padre,
porque ni aun a Satanás lo acusó, a él solo le dijo cuando lo tentó en el desierto,
como dice: “Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4), luego le responde “Escrito está: No
tentaras al Señor tu Dios” (Mateo 4:7) y por último le dice: “Vete Satanás, porque
escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás” (Mateo 4:10). A los
hombres que iban a cometer delito solo les dijo el que esté libre de pecados que
arroje la primera piedra, y a los que creyeron en Él les anunció: tus pecados te
son perdonados.
2. El Apóstol Pablo tuvo la revelación de lo que le sucedería a los pecadores y
esto lo conllevo a tener compasión por ellos, y es en ese momento que Pablo ve la
importancia de predicar el evangelio de Jesús, no sobre el castigo a los que no le
reciban.
Lo que es revelado a Juan en el libro de Apocalipsis, es para que lo
entiendan las personas que tienen la visión y puedan entender lo que les espera a
las almas que no se arrepientan y tengamos compasión por ellas y no utilizarlo
para acusar a los incrédulos de que Dios los va a castigar.
Dios no quiere que los que no le han buscado, se enteren que existe
Satanás, eso está en la Biblia para aquellas personas que ya tienen cierto grado de
sabiduría en el Señor y puedan entender lo que sucederá con aquellos que no le
buscan y tengamos compasión por ellos y les ayudemos. Al igual que Adán y Eva,
Dios no les informo de la existencia del mal. Sólo les demostró su amor y que
debían obedecerle a Él.
Si a las personas se les explicara, que si regresan a casa (a la casa de Dios),
Él los va a recibir con amor y con los brazos abiertos, como lo dijo Jesús en la
parábola del hijo prodigo en Lucas 15:11-32, seguramente muchos volverían, pero
si se les dice que Dios los va a castigar si no se arrepienten, ellos van a tener
temor y no lo van a buscar. La gente del mundo muchas veces tiene la
información de que Dios es un Dios castigador y que un día Él va a destruir a los
pecadores. Pero no es así, y solamente lo que el Señor quiere es que nadie se
pierda como lo dice 2 Pedro 3:9b “…, no queriendo que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento”. Así dice Juan 3:16 “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
Él cree, no se pierda más tenga vida eterna” y por último en Juan 3:17 dice:
“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que
el mundo sea salvo por Él”.
Dios no nos ha mandado a pelear con el enemigo, sino que nos
defendamos de sus asechanzas tomando la armadura de Dios, porque esta
armadura es para defendernos como lo dice Efesios 6:10-20. Es importante
entender esto que dice: “Vestidos de toda la armadura de Dios, para que podías
3. estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11). Nosotros nunca
venceremos al enemigo, ya que Jesucristo lo venció en la cruz del Calvario, y Su
Sangre destruyó toda mala obra del enemigo sobre nosotros, y debido a ellos
podemos decir: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”
(Apocalipsis 12:11). Y declarar lo siguiente “y por mí, a fin de que al abrir mi boca
me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el ministerio del evangelio”
(Efesios 6:19). En el nombre de Jesús, Amén.
Osmán Montero (Julio 26 de 2008)