El documento describe las características del estado moderno, el cual se formó entre los siglos XIV y XV cuando los reyes aprovecharon la crisis del feudalismo para retomar su poder. El estado moderno se caracteriza por tener un territorio amplio con fronteras definidas, un poder central fuerte con una burocracia amplia, leyes e instituciones comunes, un sistema de justicia, recaudación de impuestos, un ejército, diplomacia y moneda propios.