Tres hombres esperan en la sala de maternidad: uno negro, otro del Real Madrid y otro del Barcelona. La enfermera les informa que las madres y los bebés están bien, pero se mezclaron las chapitas de identificación. El hombre del Real Madrid dice que reconocería al suyo sólo con verlo. Al entrar, sale con el bebé negro, alegando que prefiere quedarse con él en lugar de arriesgarse a que le toque el del Barcelona.