1. REVESTIMIENTO DE MUROS
EXTERIORES EN MADERA
La madera es un material que se lleva usando siglos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que es
un elemento menos resistente que los anteriores y hay
que saber cuándo es conveniente utilizarlo y cuando
no.
Existen tipos de madera que son robustas y duraderas
como la de roble. No obstante, se deben de tratar
químicamente para hacerlas más resistentes y sobre
todo para luchar contra la humedad.
2. Por otra parte, son materiales bastante combustibles, es decir, que
se queman con facilidad y necesitan bastante mantenimiento para
que estén en perfecto estado.
Aún así, no todo son desventajas.
La madera es un producto natural, ecológico,
renovable y funciona muy bien como aislante térmico y acústico.
Estéticamente, aporta un encanto especial a los muros y se puede
disponer de una gran variedad de tonos y colores.
Luego está la opción más extendida cuando nos decantamos por
este material que es forrar los muros con listones. Recubrir las
paredes con madera para crear esa estética con diferentes
técnicas.
4. REVESTIMIENTO DE MUROS
EXTERIORES EN LADRILLO
Los ladrillos son unos de los materiales de construcción
más resistentes y antiguos que existen. De sobra son conocidas
las virtudes de este elemento.
Más allá de sus características dentro de la arquitectura y
construcción, los revestimientos exteriores de ladrillos, están muy
extendidos.
Podemos indicar que existen dos tipos muy diferenciados cuando
vemos edificios que por fuera tienen ladrillos.
En primer lugar, el más utilizado es el ladrillo de tipo caravista que
no sólo cumple una función estética, sino que además forma parte
de la obra en cuanto a estructura. Es decir, mantiene un peso
importante de la construcción. Al utilizarlo como elemento
constructivo, se le da al final el llamado acabado aparente para
que cumpla la función visual.
5. Por otra parte, nos encontramos con las placas de ladrillo que son
unos paneles o losas que se adhieren a las propias paredes del
edificio ya sea mediante mortero o adhesivos especiales y
transforman por completo la estética de la construcción.
Esta última opción, se utiliza principalmente en la rehabilitación
de viviendas y te aseguramos que queda muy bien y mejora
mucho el estado del edificio.
Tanto una como otra son opciones muy válidas. Tener las paredes
de tu estructura con ladrillos siempre es una apuesta ganadora.
Si quieres saber más en profundidad todo lo relacionado con este
material, consulta nuestro artículo específico sobre el ladrillo.
7. REVESTIMIENTO DE MUROS
EXTERIORES EN PIEDRA
La piedra como revestimiento exterior, tiene muchas similitudes
con el ladrillo en cuanto a manera de implementarla en las
construcciones. Es también un elemento resistente y otro de los
materiales más antiguos.
También cumplen varias funciones y pueden colocarse de
diferente manera.
En primer lugar, nos encontramos con los bloques de
piedra. Estos se utilizan como sistema constructivo, tal y como
sucedía con los ladrillos. Suelen tener grandes dimensiones y se
utilizan en entornos más rurales apilándolos unos sobre otros.
En la otra opción, tenemos el recubrimiento de piedra.
Dentro de estos recubrimientos, podemos encontrarnos a la
piedra de distintas maneras.
8. Cortes de piedra: son cortes que se realizan con un grosor variable y
que se van colocando directamente sobre el muro de manera más o
menos alterna. Se pueden encontrar con cortes regulares o irregulares.
Así serían las piedras sueltas, pero existe una gran alternativa que es en
forma de malla. Vienen ya las piedras colocadas en una malla con
dimensiones determinadas y evitan que se tengan que colocar una a una,
lo que agiliza el trabajo y se economiza en cuanto a mano de obra.
Existen naturales y artificiales.
En este caso, se aconseja realizar un revoque impermeable en los muros
exteriores para evitar posibles filtraciones y provocar humedades en el
interior.
Ahora bien, sabiendo todo esto, debemos conocer también que hoy en
día existen muchas opciones de distintas piedras. Colores, tamaños,
texturas, etc.
Algunas de las más utilizadas son: cuarcita, granito (tanto en aplacado
como en bloque), piedra de Villamayor y otras areniscas, pizarra, piedra
de campastelo, piedra vatei (aplacado), y muchas más.