Este trabajo trata de las presas que se han construido en el Estrecho de Puentes, en Lorca, siempre con dos objetivos, almacenar agua para regadío y laminar las avenidas que tanto daños humanos y materiales han provocado en la historia de esta ciudad.
Las presas más antiguas del mundo las construyeron los egipcios hace 5000 años, los restos de una de ellas se encuentran en Saad-El-Kafara, a 30 km del Cairo.
Sus ruinas nos indican que consistía en un núcleo de materiales sueltos, protegidos por dos muros de mampostería de 10 m de altura.
La presa acabó cediendo a la presión del agua, como muestra la brecha de 33 m de longitud, en el centro de la imagen.
Desde entonces todas las civilizaciones han construido presas, desde México a China pero sin una base científica hasta el siglo XVIII.
El estrecho de Puentes se encuentra a 14 km del núcleo urbano de Lorca, donde el Guadalentín queda formado en por la confluencia de los ríos Vélez y Luchena. El Guadalentín es conocido por sus crecidas, se ha llegado a decir de él que es el río más salvaje de Europa. La primera presa de Puentes quedó destruida por una avenida cuando aún se encontraba en construcción, a mediados del s. XVII.
La segunda presa de Puentes se construyó a finales del siglo XVIII, siendo Secretario de Estado el Conde de Floridablanca, Jerónimo Martínez de Lara diseñó y construyó Puentes II, el primer pantano de Europa con doble objeto, la utilización de agua para riego y laminación de avenidas.
El mes de abril de 1802 fue muy abundante en lluvias, y a final de mes Puentes II fue incapaz de retener el agua embalsada, su rotura más de 600 personas perdieron la vida, los daños materiales fueron numerosísimos.
Agustín de Betancourt realizó un informe del desastre, en el que concluyó que la rotura se debió a la cimentación de la presa sobre un lecho arenoso.
Tendrían que pasar más de 120 años para que Terzaghi hablara de la fuerza de la subpresión producida por la filtración del agua bajo elementos de contención en suelos permeables.
Uno de los rascacielos más alto del mundo, el Taipei 101, en Taiwan, mide, hasta la última planta visitable, 438 metros, con un perímetro en planta de 100 m, equivale a 1 Hm3.
En el momento de la rotura de Puentes II no había embalsados ni 10, ni 20, si no 30 Hm3.
Desde la tragedia de 1802, transcurrieron 80 años hasta que se iniciara una tercera presa en el estrecho de Puentes, una presa de mampostería, que estuvo en servicio hasta finales del siglo XX. En la década de los 60 se construyó un aliviadero en pozo, tipo Morning Glory, en la margen izquierda, para mejorar la evacuación de las riadas del Guadalentín.
Para la construcción de la cuarta presa, se respetó Puentes III. La última presa, es una presa de hormigón, tipo gravedad, los canales de descarga del aliviadero de labio fijo, y los desagües de fondo, atraviesan la parte inferior de Puentes III.
Puentes IV además posee un tercer órgano hidráulico, el desagüe de medio fondo, que es la adaptación del antiguo aliviadero en pozo.
En esta imagen 3D obtenida con la tecnología LIDAR vemos el vaso del embalse, y la presa actual, ocupando la cerrada del estrecho de Puentes.
Esta otra imagen pone de manifiesto que la última presa supera en altura a la anterior.
En este perfil transversal, obtenido también con el LIDAR, comprobamos que la coronación de Puentes IV alcanza la cota 474, superando en 13 metros a Puentes III.