Un niño de 12 años presenció un gran accidente donde algunas personas no ayudaron a los heridos y pasaron de largo, aunque sabían que podían morir. Luego llegaron personas bondadosas que llamaron a emergencias y trataron de ayudar, pero cuando los médicos llegaron ya era demasiado tarde y una niña había fallecido. Este suceso motivó al niño a estudiar medicina para convertirse en doctor y salvar vidas, cumpliendo así su sueño de que nadie muera aunque sea la persona más vil.