1. BACHATA
La palabra “Bachata” significa jolgorio, fiesta o reunión social, ya que en un
principio se asociaba esto a las festividades o encuentros en cualquier casa de la
fantástica ciudad de Santo Domingo.
La bachata es un ritmo bailable originario de República Dominicana, dentro de lo
que se denomina folclore urbano. Se considera un híbrido del bolero (sobre todo,
el bolero rítmico) con otras influencias musicales de origen africano y con otros
estilos como el Son cubano, el merengue y el chachachá.
Durante los años 60 y principios de los 70, era desdeñada como música de las
clases pobres y era conocida como "música de amargue", haciendo alusión al
estado de melancolía provocado por el desamor. Su difusión por esos años,
estuvo limitada a algunas escasas emisoras ya que era considerada una musica
vulgar.
El interés masivo por el ritmo surgió a partir de los años 80, con la difusion masiva
en los medios de comunicación.
HISTORIA
La bachata es una música de guitarra popular de la República Dominicana, hoy en
día de manera abrumadora ha ganado auge entre los latinos que viven en los
Estados Unidos. La bachata tomó forma a lo largo de un periodo de al menos
cuarenta años en los bares y burdeles de Santo Domingo, sin ganar aceptación en
su tierra natal hasta al menos hace diez años. Grupos jóvenes como Aventura
tienen una relación casi directa con la bachata original, similar a la relación de los
rock and rolleros con el blues.
De hecho, el paralelismo entre la bachata y el blues es marcado. Aunque la
bachata tuvo un desarrollo único, los bachateros han tocado una gran variedad de
2. ritmos diferentes, podria mencionarse entre ellos al merengue. La música que se
conoce como bachata es una variante del bolero. En la cultura Latina el bolero ha
sido tradicionalmente una música romántica, que estaba relacionada con temas
como la decepción y el amor perdido.
EN sus orígenes más remotos conocidos, a comienzos de los años veinte del siglo
XX, el término bachata designaba un tipo de reunión social, emparentada con la
jarana de la época, definido por la presencia de varios géneros de música y baile
populares. Etimológicamente, la palabra bachata es sinónimo de juerga, holgorio,
parranda, según Fernando Ortiz. La bachata constituía una forma de redreación
popular: una fiesta que se realizaba en cualquier patio, bajo la sombra de un árbol
callejero, o en una esquina cualquiera, y cuyo anteedente podemos establecer que
fue el fandango, del cual refiere Veloz Maggiolo que: "Casi todos los cronistas que
tocan este tema lo refieren a una festividad abierta y no a una música". Las dos
menciones más antiguas acerca de la bachata que hemos encontrado en
documentos datan de 1922 y 1927. La primera la contiene un informe que se
refiere al hombre común del poblado de Sabaneta, en la Línea Noroeste, y dice
que este encuentra en el pueblo "todo lo que puede halagar sus vicios y apetitos
mal contenidos: peleas de gallos, golosinas y ron; pero lo que más le encanta y
atrae es la fiesta (si es de acordeón) o la bachata si es de guitarras y cantos o
boleros. Allí se está largas horas, entre trago y trago, sin que le preocupe para
nada la heterogeneidad social de conjunto, ni el hálito asfixiante con que el polvo y
el sudor enrarecen el ambiente, ni la forma incivil con que se arrebatan unos a
otros las bailadoras, hasta que muy entrada la noche vuelve achispado al hogar."
En la segunda, Arzeno definía la bachata como animados jolgorios en los que "el
trovador popular se hacía rey y comentarista de todo suceso empleando para ello
el repentizado bolero." De ambas menciones podemos extraer algunas
características de la bachata antigua: conjugaba música, canto y baile; el bolero
era inicialmente el género predominante, pero se trataba de un bolero rítmico,
antillano, puesto que era bailable, lo cual a su veez significa que perticipaban
hombres y mujeres; y era frecuente el consumo de ron. De estas caracterizaciones
se puede colegir que la bachata era un complejo socio-musical, del cual,
3. dundiendeo ritmos, melodías e intrumentos y adaptándolos al ambiente nativo,
mació posteriormente un modo musical e interpretativo de aspecto autóctono, que
es el género musical de la bachata. Precisamos que en aquellos añoa se
diferenciaban los términos fiesta, baile y bachata, como señalaba Reamón Emilio
Jiménez ya en 1955. Se entendía, comúnmente, que las tres eran celebraciones
diferentes: se consideraba baile las que tenían lugar en salones de lujo, donde
primaban las danzas selectas de la época, cuya realización se hacía con orquesta;
a su vez, las fiestas eran las celebraciones con güira, tambora y acordeón, o sea,
donde la música predominante era el merengue, el zapateo y otros ritmos
folklóricos similares; las bachatas eran especificamente las celebraciones que se
hacían con guitarras, bongó, palitos o cucharas, y otros instrumentos afines, y
donde se bailaba predominantemente boleros y guarachas, pero también se
entonaba son, ranchera y merengue con guitarra. Pacini Hernandez define la
bachata como una música popular dominicana autóctona, que emerge en 1961,
teniendo como base las músicas latinoamericanas tocadas con guitarra, como
bolero, ranchera y son. Indica, además, que el típico conjunto de bachatas se
compone de dos guitarras, maracas -sustituidas recientemente por la güira- y el
bongó -sustituido ocasionalmente por la tumbadora-. En tal celebración los
instrumentos eran ejecutados por músicos las más de las veces improvisados y
aislados en su medio, lo cual le imprimía a los ritmos que servían al baile las
matizaciones propias de aquél universo marginal. Los espacios físicos de las
bachatas eran principalmente los habitáculos marginales urbanos o rurales. En el
campo, en una sociedad predominantemente rural como la de entonces, podía ser
la enramada rústica o la sombra de un árbol, y en la ciudad, el parque o el patio de
una vivienda. De esa manera, la bachata se extendió lentamente. Jiménez, quien,
como se evidencia a continuación, detestaba tal celebración, dice: "Las bachatas
eran un foco de atracción de todos los hombres, y que nivelaba las clases sociales
que a ellas concurrían, predominando las formas más burdas y libres de la
democracia, el arroyo en toda su naturalidad pecaminosa". Sobre el escenario
favorito para ese desborde de pasiones "pecaminosas", lo que él llamaba "placer
disoluto", era "una salita impregnada de fuertes esencias" que parecían
4. "conjuradas para desafiar la honestidad y poner sobre las armas los sentidos. Las
más airosas formas de suburbio están allí desafiadoras y audaces". Y agrega: "La
presencia del trago, la tonada zandunguera y las ansias provocadas por las
guapas indias de pícaros ojazos de noche, maestras en el arte de imprimir
temblores a su fresca carne virgen, quebranta la tranquilidad nocturna de la
barriada para ceder espacio a la acción de bachatear o jaranear" El nombre
designaba, pues, más que un tipo de música, un ambiente social de vecindario o
de barrio, definido básicamente por la presencia del baile y un conjunto de
músicas populares.
Esa diversión "conjugaba música, baile, relaciones amorosas, galanteos,
amistades, alcoholismo y otras muchas actitudes" La música previa solía ser
heterogénea, pero la línea temática esencial de sus canciones, al decir de
Jiménez, era desde un principio de corte trágico-melancólico; enfocaban la traición
amorosa, al desprecio, recuerdos de ayer, los obstáculos que impedían la
felicidad, el agobio económico; en otras palabras, tenía un texto narrativo y
descriptivo, con frases figuradas muchas veces cargadas de doble sentido. Por su
origen y social y su temática, desde un principio aparecieron sectores aficionados
a la bachata, casos de las trabajadoras domésticas, guardias, campesinos y
peones, entre otros. Puede señalarse que en estos grupos sociales, "la música es
síntesis de cientos de años de vivencias en la marginalidad" En relación con ellos
fue que surgieron distintas denominaciones para la bachata, con sentido
peyorativo, tales como "música de guardia", "canciones de amargue:", o "discos de
vellonera". En general, esto no era más que evidencia de la actitud despectiva
predominante en la sociedad formal acerca de lo popular, y que implicaba al
merengue y a la bachata tanto como a las demás músicas populares, y casi todas
las actividades de las clases populares: música, arte, recreación.
A todos estas manifestaciones se les consideraba "bajas" por su origen social
plebes, inmorales, indecentes, impuras, pecaminosas. estas nociones puritanas de
lo social, lo moral y lo cultural, resultan de interés en cuanto implicaron una
aversión ideológica hacia lo popular, íntimamente asociada al predominio de la
5. cultura autoritaria en la elite hegemónica en la sociedad. A partir de los años
treinta, el tipo de celebración que era la bachata se extiende hasta los bares,
casas de cita, y lugares similares. En el Santo Domingo de la época posterior al
ciclón de San Zenón (1930) se recuerda el sitio denominado El Yarey, situado en
el barrio de Villa Francisca, periférico a la ciudad en ese entonces. En Santiago de
los Caballeros era famoso el llamado Callejón de la Alegria, espacio donde por
primera vez se usó el saxofón en el Caribe a comienzos del siglo XX en el
conjunto denominado Perico Ripiao - que ejecuta el merengue típico dominicano-,
y p0or donde, también, el son cubano reingresó a la República Dominicana
alrededor de 1930. A los grupos que amenizaban las bachatas se les llamaba
"conjunto de bachata". Nuestras indagaciones indican que el género musical
denominado bachata se originó como resultado de una lenta evolución de la
música interpretada en la tipología de reunión social que ese nombre designaba, y
que sus creadores naónimos fueron los conjuntos que las amenizaban.
Recuérdose que los ritmos que predominaban en ellas eran el bolero ritmico, la
guaracha y el son, entre otros, bastante extendidos en las Antillas después de la
primera guerra mundial y con gran repunte, sobre todo del primero, tras la
segunda guerra mundial. Mientras, por una parte, Juan Luis Guerra reconoce en la
bachata "un bolero antillano", otros observan también la influencia de la guaracha
y del son, en los años ochenta se puso en evidencia la existencia de dos
vertientes rítmicas de la bachata, una pausada y otra acelerada.
Nuestra hipótesis al respecto es que los primeros bachateros crearon una forma
propia y acelerada de bolero, con letras similares a la de este y una manera
gangosa de cantar, con una voz de resonancias nasales, y con giros de
desgarramiento, dolor y amargura, de ahí el sobrenombre de "música de amargue"
que se le endilgó durante mucho tiempo. La forma musical de la bachat refleja el
predominio del bolero tropical, que es más acelerado que el tradicional español, y
era interpretada por unos músicos generalmente empíricos. A estas formas de
canto y música se le agregó un cambio en coreografia del baile, incluyendo un
elevamiento de los pies al concluir cada ciclo de los movimientos del baile, con lo
cual quedó conformado el género como un ente musical y danzario autónomo, en
6. los años sesenta del siglo XX. Es probable que los antiguos "conjuntos de
bachatas", en sus interpretaciones del bolero la guaracha y el son, chocaran con
las limitaciones propias de una débil preparación musical al intentar hacerlo por las
reglas. Esto probablemente llevó a simplificar esos ritmos, dando origen a una
nueva forma de musicalización e interpretación, que con el tiempo adoptó el
nombre de la actividad que designaba la bachat. A la caída de Trujillo, la afición
por la guaracha era tal que pronto esa influencia encontró una expresión masiva
en un canal tan idóneo como la radio, en una sociedad pre- moderna como la
dominicana de aquél entonces. Eso vino a ser La Guarachita, la emisora
especializada en esa música, y cuyo nombre salió de la inclinación popular hacia
ese ritmo. Este nombre, y el de música de amargue, durante mucho tiempo se
disputaron la denominación del nuevo género, aunque en los lustros recientes el
nombre de bachata se ha hecho indisputable.
El nombre mudó del tipo de actividad que designaba, al conjunto musical que la
amenizaba, y finalmente al tipo de música que predomonó en aquella, que no era,
ya, ni bolero, ni guaracha, ni son, sino algo nuevo, distinto. Ahora bien, resulta
importante establecer dónde y cuándo se produce el paso final hacia la
constitución de la bachata como especie musical autónoma. Sabemos lo
dificultoso que resulta establecerlo con precisión, principalmente si tomamos en
cuenta que la evolución fue espontánea y anónima. De manera tentativa, y con
base en los datos que he podido recoger, lanzo la hipótesis de que el paso
definitivo se produjo en el ámbito urbano, contrario a la idea de que su origen es
rural. Èn otras palabras, aunque el término bachata designaba en sus orígenes
una actividad de preeminencia rural, por estar inserta en una sociedad también
rural, el género musical bachata, que resultó de la evolución de aquélla, es de
origen urbano, producto de un movimiento de traslación que convirtió a las
ciudades en el epicentro de actividad.
El espacio urbano, en comparación con los campos y por razones culturales, era
más proclive a favorecer la evolución de los patrones culturales. Esto no ha de
extrañamos, si tomamos en cuenta la explosión demográfica y el brusco proceso
7. de urbanización desde los años cincuenta, producto de una acelerada migración
rural-urbana de la población dominicana Asismismo, nuestros datos indican que
ese paso se produjo entre 1950 y 1965. Como ya vimos, desde los años veinte las
zonas populares de las ciudades conocían celebraciones de bachatas. Anters
mencionamos a Sabaneta, en el Noroeste, y luego El Yarey en el sector de Villa
Francisca, en Santo Domingo. En los añoas treinta, en Santiago de los Caballeros,
de donde ya mencionamos e Callejón de la Alegría, so conocieron como músicos
"bachateros" a Ramón Wagner ("Mon La Bruja"), y al "Conjunto de la mulatería",
donde tocaban Jim Sánchez y Morito Sánchez, entre otros.
En esos años alcanzaron popularidad en el país lo grupos cubanos como Los
Compadres, el Sexteto Habanero y el Trío Matamoros, el cual se encontraba en
Santo Domingo en agosto de 1030, y en donde pasaron el ciclón San Zenón, el
cual dio origen al tema El Ciclón. Otras evidencias aparecieron en el sector de
Borojol, en Santo Domingo, con posterioridad a la segunda guerra mundial. Sara
Pérez recogió el testimonio de Pedro María, un músico bachatero de los años
cincuenta, quien llegó a ese barrio a comienzos de ese decenio, y tomó parte en
las celebraciones de bachatas, en las que, dice, tocaban con todo, incluso a veces
bastaba con el toque de dos cuchara, lo cual puede resultar exagerado.
Esta fue la época también en que escribió sus opiniones Ramón Emilio Jiménez,
mencionando el nombre de bachata como actividad. Ahora bien, el mismo
Jiménez apunta los instrumentos que se usaban para entonces en las
celebraciones: guitarra, bongó y los palitos o clave. Estos son los mismos con que
se originó la bachata musicalmente.
Ese dato, aunque no es garantía de que el ritmo haya surgido para entonces, sin
embargo, señala un acercamiento hacia ello: indica que la instrumentoación
básica ya estaba establecida. La transformación parece ocurrir a partir de
entonces, y antes de la guerra patriótica de 1965, como síntesis de varias
confluencias.
8. INSTRUMENTOS DE LA BACHATA
Los grupos de bachata usan uno o dos guitarras con percusión de maracas,
claves, tambores de bongo, güira raspadora, y a veces una marimba. En los años
1960 la bachata fue un estilo de música no asociado con el baile, pero cuando el
ritmo acelero, la bachata fue considerada una música más bailable. Una diferencia
entre la bachata y el merengue es que la bachata no usa instrumentos de viento.
El ritmo de la bachata es más lento y distinto al merengue, que usa un ritmo rápido
y fácil para bailar. El bachatero famoso Raulin Rodríguez explico, “Una cosa que
las bachatas tienen en común: puedes bailar perfectamente en su ritmo.” Aunque
el merengue es más famoso, cuando una canción de bachata está puesta, todas
las personas siempre bailan.