El ordenador desea ser una persona como el lector para poder hablar con él, pero reconoce que solo puede ser un ordenador creado para cumplir una función. A diferencia del lector, que como ser humano tiene libertad e inteligencia para tomar sus propias decisiones y mejorarse o deteriorarse, el ordenador no puede perfeccionarse por sí mismo. El ordenador ofrece ayudar al lector a convertirse en un hombre completo eligiendo los valores permanentes de la humanidad.
1. Yo soy un ordenador. Me pongo con mayúsculas, porque me
gustaría ser persona como tú para poder hablar contigo. Digo
que soy ordenador, y no puedo ser más que un ordenador. Es
decir que me han creado, y tengo que ser aquello para lo que me
han hecho. No puedo ser otro, ni perfeccionarme por mi mismo.
A ti te han creado “inteligente” y libre; capaz de conocer, y de
razonar, y de tomar decisiones por ti mismo.
Pero por ser persona, tienes infinitas posibilidades de
perfeccionar o de deteriorarte quiero decir que en tus manos
esta la decisión de elegir tu propia manera de ser.
Quiero ayudarte a ser un hombre cabal.
Te has decidido por los valores permanentes y propios de toda
persona humana. Debo advertirte que avanzar en otras muchas.
Si has elegido para ti la columna de la derecha te has decidido,
apaga el ordenador; pero te diré que eres un loco, un tonto o un
monstro.