El documento describe una mañana en un barrio residencial, donde los parques están solos porque los niños tienen otras actividades y aún no es hora de ir a la escuela. Las calles están vacías excepto por algunas personas y perros. Dentro de las casas iguales hay mujeres excepcionales que se esfuerzan por mantener el interior bonito a pesar del deterioro exterior de algunas casas abandonadas.