El documento propone congelar los impuestos y mantener las deducciones fiscales en Castilla-La Mancha para ayudar a familias y empresas en tiempos difíciles. Esto supondría un ahorro de más de 200 millones de euros para familias, empresas y agricultores de la región a través de deducciones en el impuesto sobre la renta, sucesiones, transmisiones patrimoniales y otros tributos.