1. LUNES, FEBRERO 21, 2005, 12:10 AM
Algunos profesores de universidades extranjeras,
metódicos como son, objetarían mi sistema de referencias
urbanas. Es verdad que, hasta el momento, he usado
laxamente al concepto de "barrio". Aquí van algunas
preClSlOnes.
Montserrat (donde decimos que vivimos), está hacia el
sur del centro de la ciudad de Buenos Aires, justo encima de
San Telmo. Es un barrio bastante plácido, como he dicho en
más de una oportunidad, lo que sumado a su ubicación
privilegiada lo vuelve doblemente adecuado para la vida
ciudadana.
Muchas personas suelen corregir nuestra afirmación de
que vivimos en Montserrat diciendo que en Independencia
empieza Constitución, y como nosotros estamos, respecto de
Independencia, dos cuadras hacia el sur, sería más lógico que
nos adscribiéramos a esa circunscripción. Según la topología ,<,
municipal el dato es cierto, pero cualquiera que conozca
Constitución comprenderá que su ecología es radicalmente
diferente de la nuestra, de modo que es un poco injusto meter
todo en una misma bolsa: Constitución (donde vive Andrea
G.) está dominado por la gigantesca estación de trenes que van
hacia el sur (del país y del mundo), sus urinarios y la
prostitución callejera (que aquí existe pero en cuotas más bien
módicas). Si bien en algún momento me pareció que era justo
que S. y yo fuéramos reconocidos como "las locas de
Constitución" (en oposición a "las locas de Palermo", que son
tantas que es lo mismo que decir todos los habitantes de ese
barrio, es decir: ningún rasgo distintivo), nuestra timidez y el
estilo de vida completamente recatado que llevamos nos alejó
de una denominación tan ... perlongheriana. Modificamos los
límites del barrio según nuestra sensibilidad, porque en
realidad el barrio empezó a moldearnos a nosotros.
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