El Movimiento magisterial de 1958 en México involucró una serie de huelgas de maestros, intelectuales, obreros y profesionistas que exigían mejoras salariales. El gobierno reprimió las protestas, resultando en varias muertes y heridos. A pesar de la promesa del ideario cardenista de apoyar a los maestros, sus salarios se congelaron bajo el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines. El descontento estalló cuando los maestros invadieron la Plaza de la Constitución el 12 de
2. El Movimiento magisterial de 1958 en México fueron una serie de huelgas y
un movimiento social en la que participaron maestros, intelectuales, obreros y
profesionistas y que fue reprimido por el gobierno mexicano.
En el mes de abril de 1958 el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM)
salió de nuevo a las calles; pues ya en 1956 el Frente Sindical Magisterial
encabezado por Othón Salazar había organizado la lucha de la sección novena
del SNTE con el fin de pedir mejoras salariales. Contagiados por la lucha de
otros sindicatos, como el de los telegrafistas, el de los ferrocarrileros y el de los
médicos. Es así que en pleno periodo electoral, los maestros de primaria
emplazaron a la Secretaría de Educación Pública el 14% de aumento salarial o
en su defecto, irse a la huelga.
3. Hace ya 20 años que los maestros se habían entregado al ideario cardenista, sin
embargo, nunca llegó la continuación del cardenismo, pues el sistema de
educación pública se deterioró bastante y el gobierno de Adolfo Ruiz
Cortines congeló su salario, pidiendo compresión y paciencia a un magisterio que
engrosaba los índices de pauperización y pobreza nacional.
El 12 de abril de 1958 se desbordó ese descontento, pues los maestros de
primaria invadieron el Zócalo. La respuesta de las autoridades no se hizo
esperar, habiendo varios muertos y decenas de heridos. Lejos de resolver el
movimiento, la política de intolerancia gubernista le dio un nuevo sesgo.
El 19 de abril el MRM organizó una marcha del monumento a la revolución hasta
la Plaza de la Constitución, exigiendo, además de su aumento salarial, castigo a
las autoridades culpables. Ese mismo día, los maestros de la sección novena
suspendieron labores y los dirigentes del MRM desconocieron a los líderes
sindicales y entregaron el pliego petitorio a laSEP que intentó evadir el conflicto y
cerrar las puertas. La respuesta de la SEP, fue simple, una provocación, ya que
decían que la solución magisterial tendría que hacerse por conducto del
sindicato, pues no se podían resolver los problemas con movimientos ilegales.