Los estudios científicos han encontrado varios hechos inexplicables en la imagen de la Virgen de Guadalupe, incluyendo que sus ojos reaccionan como ojos vivos, que mantiene una temperatura constante de 36.6 grados como un cuerpo vivo, y que las estrellas en su manto reflejan la constelación exacta del cielo de México el día del milagro. Además, la tela en la que está pintada ha permanecido intacta por casi 500 años a pesar de que normalmente se degrada en 20-30 años.