31. “ TODO JUGADOR DEBE ACEPTAR LAS CARTAS QUE LE ENTREGA LA VIDA, PERO UNA VEZ LAS RECIBE, ÉL ES EL ÚNICO QUE DECIDE COMO JUGARLAS PARA GANAR EL JUEGO” VOLTAIRE
Todos sabemos lo que es jugar. Jugar es pasárselo bien, reír, gritar, hacer el tonto.
Pero este señor dice que jugar es mucho más. En 2005 publicó este libro, donde examina como la tele y los videojuegos son mucho más beneficiosos de lo que nos imaginamos
Con Zelda aprendemos micromanagement. Madden nos enseña pensamiento estratégico. Need for Speed nos obliga a tomar decisiones en décimas de segundo. Grand Thef Auto alimenta nuestra percepción espacial.
Los jugadores se vuelven más inteligentes, más rápidos, más adaptados al entorno.
De golpe, jugar es cosa seria. Solo hay un problema
La gran mayoría de juegos se conciben para un solo jugador. Muchas veces solo se tiene en cuenta lo que el individuo aprende en su casa, solo.
El boom de los “juegos serios” se basa en que el individuo aprende cosas “de la vida real” jugando a los marcianitos. Jugar es otra manera de aprenderse la lección, o un sustituto al gimnasio.
Todo esto cambia cuando los juegos se vuelven sociales. World of Warcaft conecta a los jugadores entre sí y les permite coordinar sus habilidades para conseguir cosas que nunca podrían alcanzar en solitario.
También ha dado lugar a una nueva forma de economía, y a una nueva forma de explotación. Cuando los juegos funcionan online tienen consecuencias más allá del propio juego.
Esta es Jane McGonigal. Durante unos años fue diseñadora jefe en 42 Entertainment.
Es la agencia responsable de ARGs como I Love Bees, Why So Serious, o Cathy’s Book
Un día, McGonigal se dio un golpe en la cabeza y sufrió una conmoción. Sufrió vértigo, mareos, y un constante dolor de cabeza durante semanas. Apenas podía moverse de la cama, y eso la sumió en una profunda depresión.
McGonigal decidió que ya no podía más. Con la ayuda de su familia y amigos creó un juego en el que ella debía completar una serie de misiones que llevarían a su recuperación. Funcionó, y McGonigal se dio cuenta que lo que le había pasado a ella, le podía pasar a mucha más gente.
De hecho, se dio cuenta que los juegos pueden ser mucho más que un entretenimiento si se diseñan así.
Para McGonigal, la clave es coger lo aprendido diseñando juegos para un jugador, y elevarlo a la enésima potencia convirtiéndolo en un juego social. Entretenimiento + buenos propósitos * ARGs.
Pensando así creó World Without Oil , un ARG donde los participantes deben imaginar como sería vivir sus vidas sin petróleo.
También ha estado implicada en Evoke , un ARG centrado en el público africano pensado para mejorar colectivamente las habilidades de la población. Hay dos grandes diferencias entre estos juegos y Brain Training. Una es que son grupales.
La otra es que no quieren ser una lección. Su baza principal es pasárselo bien, mientras haces buenas cosas.
Por ejemplo, Fold It es una competición global para diseñar nuevas proteínas. Los jugadores aportan la extraña lógica humana para ayudar en los problemas que la computación no puede resolver.
Otro ejemplo del poder de la mente colectiva. Cuando se destapó el escándalo de los gastos de políticos en el Reino Unido, The Guardian colgó todos los documentos del caso y diseño un sistema de puntuación que recompensara aquellos dispuestos a revisar la enorme documentación en busca de pruebas.
Los juegos educativos también evolucionan. Este es un juego pensado para que los niños aprendan a interactuar entre sí al tiempo que incorporan de forma natural las normas de circulación y el respeto a los semáforos.
Esto es un Powewalker. Es una mezcla entre un tamagochi y un podómetro con los personajes de Pokemon. Los jugadores cumplen las misiones desplazándose y haciendo ejercicio. Las puntuaciones se comparten y se crean rankings.
Ya que hablamos de gadgets, esto no es un juego, pero se ha convertido en uno. El Holmes mide el consumo eléctrico de una casa y lo sube a la web. Solo con eso ya se entra en competición para ser más eficiente. No hay premios, pero es igual.
Esta es una aplicación de iPhone que da puntos a tu personaje cada vez que haces algo épico, como bajar la basura, limpiar los platos o ir a la lavandería.
En esta línea, Goal Mafia organiza tus objetivos vitales en forma de ascensión en un clan mafioso.
La cosa va a más, Conspiracy for Good es un ARG solidario apadrinado por Tim Krig, el creador de la serie Heroes .
Todos estos juegos y más van a contar con su propia red de networking en pocos días. McGonigal y sus socios han creado el cuartel secreto de los jugadores para el bien.
Para financiarse han pedido microdonaciones (también organizadas en forma de juego), y no les ha ido nada mal.