1. Cazando Osos
Nuestra actitud para con los detalles pequeños de la vida es un reflejo
de como seremos ante las responsabilidades mayores.
Dios mandó al profeta Samuel a buscar un hombre con un corazón puro
para que ocupara la corona de Israel. Al llegar a la casa de Isaí, no se
dejo llevar por las apariencias. Escogió al mas joven y menos visible de
sus hijos. 1 Samuel 16:7 nos da la razón: “Jehová no mira lo que mira
el hombre; pues el hombre mira lo que esta delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón.” Dios se fija en nuestro corazón. El ve en lo
secreto donde los hombres no alcanzan a ver, y se fijo en la fidelidad de
David que estaba cuidando unas pocas ovejas de su padre y fue esa
misma fidelidad en lo secreto la que preparo a David para su gran
prueba publica contra Goliat. 1 Samuel 17:33-36 nos describe su
preparación.
“Dijo Saúl a David: No podrás tu ir contra aquel filisteo, para pelear con
él; porque tú eres muchacho, y el un hombre de guerra desde su
juventud. David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de
su padre; y cuando venia un león, o un oso y tomaba algún cordero de
la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se
levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo
mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo
incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejercito del
Dios viviente”. Dios no te podrá usar para matar gigantes y hacer
grandes cosas en su reino si no eres fiel en lo poco. David fue fiel
cuando nadie lo veía en un trabajo que sus hermanos menospreciaban.
Tal vez tu sientas que nadie ve ni aprecia lo que haces, pero Dios lo ve.
Mateo 6:18 dice: “…tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en
publico.”Dios nos pide fidelidad en todas las áreas de nuestra vida,
incluyendo aquellas que nosotros pudiéramos considerar insignificantes.
Cristo dijo en Lucas 16:10: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo
mas es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es
injusto.”
Nuestra actitud para con los detalles pequeños de la vida es un reflejo
de como será nuestro desempeño ante las responsabilidades mayores
de la vida. ¿Quieres hacer un impacto en el mundo? Empieza viviendo
2. íntegramente. Mantén la pureza, cuenta la verdad, paga tus deudas,
honra a tus padres, involúcrate en tu iglesia. Sirve a tus lideres, aun en
las cosas más pequeñas que nadie quiere hacer. Si no estas dispuesto a
ser fiel en estas áreas, si no quieres matar tus osos y leones, ¡ni sueñes
con que Dios te use para derrumbar gigantes!
El capitulo 25 de Mateo registra la parábola de los talentos. Un amo
entregó cinco talentos a un siervo, dos a otro, y uno al último. El que
solo recibió un talento lo vio como poca cosa y lo enterró, trayendo
sobre sí mismo la ira de su amo. No así el que recibió dos talentos,
quien en vez de menospreciar lo que tenia comparándose con el de los
cinco, se puso a trabajar y multiplico lo que tenia. Su señor, en el
versículo 23 lo felicitó diciendo:
“Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te
pondré; entra en el gozo de tu señor”
Hace muchos siglos, un emperador llamo a todos los niños de su reino y
les dijo que iba a escoger a uno de ellos para ser su heredero. Le dio a
cada quien una semilla y les dijo que la sembraran en alguna maceta y
que regresaran al año siguiente con la planta que habían cultivado. Uno
de ellos, llamado Ling, fue felizmente a su casa, busco una maceta, y
sembró su semilla. Diariamente la cuidaba regándola con gran
diligencia, pero al pasar las semanas, nada crecía. A los seis meses, el
niño, descorazonado vio que todavía no había crecido nada y quiso
darse por vencido rendirse, tirar su maceta por la ventana y olvidarse de
todo, pero su mamá lo animó a persistir. Al fin se cumplió el año y llego
el momento de aparecer ante el emperador en la real ceremonia de la
presentación de las plantas. Ling no quería ir, ya que solamente tenia
una maceta con tierra, pero ante la insistencia de su mama, acudió.
Todos portando orgullosamente una gran variedad de plantas grandes y
exóticas. En eso se escucho la trompeta y salió el emperador, quien
comenzó a revisar todas las plantas con interés. De pronto, alcanzo a
divisar a Ling que se escondía tímidamente en una esquina con su
maceta desnuda y lo hizo llamar. Avergonzado, Ling paso al frente. Para
sorpresa de todos, el emperador declaró: “Este niño será el siguiente
emperador. A todos ustedes se les entregó una semilla cocida que no
podía crecer. Obviamente se desesperaron y, al no ver su semilla crecer,
consiguieron otras semillas. Solamente este niño ha demostrado la
3. integridad y persistencia necesarias para la tarea que se espera de él, al
cuidar el año entero la que yo les había entregado.”
Sigue adelante, aunque no veas el fruto, aunque nadie te rinda
reconocimiento, aunque los demás menosprecien lo que haces.
Así como en los días de Samuel y David, Dios está buscando
Hombres con un corazón dispuesto a ser fiel en las cosas más
pequeñas. ¿Serás tu uno de ellos?