Cómo decorar tu lugar de trabajo alejandra mónica silvera
Qué comunicas con el color de tu ropa alejandra mónica silvero
1. Qué comunicas con el color de tu ropa, por Alejandra Mónica Silvera
Cada vez que pensamos en lo que comunicamos con la ropa, pensamos, sobre todo, en el tipo de
ropa que llevamos, si es casual o formal, si son pantalones o faldas y qué tipos de pantalones o
faldas son los que llevamos. Pero pocas veces nos preocupamos en pensar en lo que
comunicamos con el color, la decoración o el estampado que lleva nuestra ropa.
Recuerdo una compañera de trabajo, una contadora que iba siempre bien vestida aunque con la
ropa un tanto ceñida. Llevaba blusas no demasiado escotadas pero de colores muy llamativos:
rojo, guinda e inclusive imitación leopardo. Esta compañera de trabajo no terminaba de entender
por qué algunos compañeros o superiores tendían a tirarle indirectas o incluso alguna que otra
propuesta. "No sé qué te ven algunos” decía.
(Ojo que no estoy diciendo, en modo alguno, que el hecho de ir al trabajo vestida como si fueras
a una discoteca justifica alguna forma de acoso ni mucho menos. Sólo hablo de lo que comunica
la ropa).
A grandes rasgos, podemos señalar los siguientes mensajes:
Blanco: Predisposición, buena fe, inocencia.
Negro: Liderazgo, formalidad, seriedad.
Azul: Básicamente lo mismo que el negro pero un poco más relajado. El negro puede resultar un
poco intimidante como lo demuestra la película Men in black. En el trabajo no conviene usar un
azul demasiado claro.
En el trabajo no conviene usar colores demasiado vivos. El rojo transmite pasión. El rojo ha
sido, desde siempre, el color de la pasión romántica, del sexo y de la violencia. No es apropiado
para el trabajo, por lo menos como prenda principal. El gris, el café, incluso un verde opaco son
opciones mejores.
Sobre los estampados, es cuestión de tener criterio. Una blusa con estampados de Hello Kitty
está fuera de lugar en una oficina. Una blusa imitación leopardo o tigre sugiere –pues eso, y mil
perdones- una tigresa en la Selva que quizás necesite un buen domador. En todo caso, la “moda
felina” no parece apropiada para el trabajo.