El documento describe brevemente la historia de las armas. Comienza explicando que las armas se utilizan para la caza, autodefensa y agresión contra humanos u objetivos enemigos. Luego describe que las primeras armas de fuego se cargaban introduciendo pólvora, un taco y el proyectil en la boca del arma y se encendían probablemente con una varilla con yesca. Estas armas sólo eran efectivas a corta distancia y eran de funcionamiento engorroso y peligroso para el usuario. En el siglo XV se
1. historia
de las armas
Un arma es una herramienta de agresión útil para la caza y la autodefensa,
cuando se usa contra animales, y puede ser utilizada contra seres
humanos en tareas de ataque, defensa y destrucción de fuerzas o
instalaciones enemigas, o simplemente como una efectiva amenaza. Un
arma es por tanto un dispositivo que amplía la dirección y la magnitud de
una fuerza. Según otra interpretación, podrían definirse como los
dispositivos más sencillos que utilizan ventajas mecánicas para
multiplicar una fuerza. En ataque, las armas pueden ser utilizadas como un
instrumento de coacción, por contacto directo o mediante uso de
proyectiles. Estas herramientas, por tanto, van desde algo tan sencillo
como un palo afilado a un complejo aglomerado de tecnologías, como un
misil balístico intercontinenta
Al principio todas las armas de fuego se cargaban introduciendo por su
boca la pólvora de impulsión, un taco y el proyectil o proyectiles. En cuanto
al funcionamiento del sistema de ignición existen importantes
controversias ya que se menciona la posibilidad del empleo de una braza o
hierro enrojecido para hacerlo funcionar introduciéndolo en el fogón, pero
parece más probable que se usara un botafuego, que consistía en una
varilla con un trozo de yesca o mecha encendida asegurada en un extremo.
Estas armas sólo resultaban peligrosas para el enemigo en distancias
cortas, porque no tenían el suficiente alcance, pero conferían al usuario un
gran poder disuasorio y psicológico sobre el adversario. En contrapartida,
hay que destacar que eran armas de un engorroso funcionamiento y que
revestían cierto peligro para el que las manejaba ya que podían estallar en
las manos con mucha facilidad, y su precisión era dudosa.
Esta situación mejoró en el siglo XV con la incorporación del serpentín en
los sistemas de mecha, lo que permitía sostener el arma con ambas manos
y apuntar al objetivo con mayor precisión, aumentando así la eficacia del
arma .