2. Fue una hermosa
experiencia.
El acto de
Consagración, es un
momento en la vida de
cada ser humano, en el
que voluntariamente, ofr
ece todo su ser y sus
circunstancias, a la Madre
de Dios y Madre
Nuestra, la Santísima
Virgen María, para que a
través de Ella lleguemos a
Jesús nuestro Salvador.
Consagrar, significa hacer
sagrado algo.
Al ofrecer nuestra vida a
la Santísima Virgen y
colocarla en su
Inmaculado
Corazón, hacemos una
promesa de pertenencia
de por vida, y esta
promesa se hace sagrada
y perpetua.
3. En el retiro espiritual,
aprendimos muchas cosas,
tuvimos unos momentos de
soledad, que a veces es
bueno, porque nos permite
comunicarnos con nuestro
padre celestial, darle un
tiempo de nuestras vidas y
dedicárselo por completo.
Disfrutamos de muchas
dinámicas como promoción
‘Regina Angelorum’, reímos,
lloramos, recibimos muchas
cantar hermosas, fue algo
inolvidable.