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Doctrina Bíblica Ambiorix Mateo
Doctrinas de la Gracia IBCSC
Las 5 doctrinas de la Gracia
I. Lo que dice la Biblia sobre la Soberanía de Dios.
El hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la
tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Deut. 32:39
Ved ahora que yo, yo soy,
Y no hay dioses conmigo;
Yo hago morir, y yo hago vivir;
Yo hiero, y yo sano;
Y no hay quien pueda librar de mi mano.
Job 23:13-14
Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e
hizo. El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; Y muchas cosas como
estas hay en él.
Sal. 115:3
Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
Sal. 135:6
Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Sal. 139:16
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
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Sin faltar una de ellas.
Prov. 21:1
Como los repartimientos de las aguas,
Así está el corazón del rey en la mano de Jehová;
A todo lo que quiere lo inclina.
Is. 14:24-27
Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera
que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado; que
quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo
será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. Este es el
consejo que está acordado sobre toda la tierra, y esta, la mano extendida
sobre todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos lo ha
determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará
retroceder?
Is. 45:6-7
Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que
no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y
creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el
que hago todo esto.
Is. 46:10
Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que
aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que
quiero;
Jer. 10:23
Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del
hombre que camina es el ordenar sus pasos.
3. 3Lm. 3:28
Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso;
Ez. 17:24
Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol
sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer
el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.
Dn. 4:34-35
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón
me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace
según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y
no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Am. 3:6
¿Se tocará la trompeta en la ciudad, y no se alborotará el pueblo? ¿Habrá
algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?
Lc. 22:22
A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero
¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
Jn. 3:27
Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere
dado del cielo.
4. 4Jn. 6:64-65
Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el
principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y
dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado
del Padre.
Hech. 2:23
A éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento
de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hech. 4:27-28
Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo
Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo
de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes
determinado que sucediera.
Hech. 14:6
En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus
propios caminos;
Ro. 9:1-23
Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el
Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a
mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son
israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la
promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los
patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. No que la palabra de Dios
haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas,
ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te
será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne
son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son
contados como descendientes. Porque la palabra de la promesa es esta:
Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no sólo esto, sino también
cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían
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aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de
Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el
que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A
Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Qué hay injusticia
en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del
que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que
tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te
he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea
anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por
qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes,
oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de
barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el
alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y
otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer
notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su
gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de
antemano para gloria,
Ef. 1:4-9,11
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su
gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e
inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
Fil. 2:13
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
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2 Tes. 2:8-12
Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el
espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo
cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y
prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se
pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a
fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino
que se complacieron en la injusticia.
Stg. 1:17-18
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de
las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El, de su
voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos
primicias de sus criaturas.
Stg. 4:13-15
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y
estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo
que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de
lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello.
Ap. 17:8
La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a
perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están
escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se
asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
Ap.17:17
Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso:
ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las
palabras de Dios.
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II. Lo que la Biblia dice sobre la Depravación Total (Primera doctrina de la
Gracia).
Los hombres están completamente impedidos, incapaces y opuestos
a todo bien y enteramente inclinados a todo mal. Es incapaz de
buscar y agradar a Dios.
Gn. 2:16-17
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto
podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;
porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Gn. 6:5
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal.
Gn. 8:21
Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré
más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del
corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a
destruir todo ser viviente, como he hecho.
1 Re. 8:46
Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres
airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los
cautive y lleve a tierra enemiga, sea lejos o cerca,
Sal. 14:1-3
Dice el necio en su corazón:
No hay Dios.
Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien.
8. 8
Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido,
Que buscara a Dios.
Todos se desviaron, a una se han corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Sal. 51:5
He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
Sal. 58:3
Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.
Sal. 143:2
Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano
Is. 64:6
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras
maldades nos llevaron como viento.
Jer. 13:23
¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también,
¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?
Jer. 17:9
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?
Jn. 3:19-21
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Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo
aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus
obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz,
para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Jn. 5:40
y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
Jn. 8:44
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre
queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha
permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
Ro. 3:9-20
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera;
pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No
hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No
hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su
garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus
labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se
apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus
caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de
sus ojos. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están
bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el
juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento
del pecado.
Ro. 5:8,12,18
Rom 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.
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Rom 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y
por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron.
Rom 5:18Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a
todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos
los hombres la justificación de vida.
Ro. 7:14-25
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al
pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero,
sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo
que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino
el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no
mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y
si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo
otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable
de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios,
por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley
de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Ro. 8:5-9
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la
carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto
los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan
a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no
pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según
el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
1 Co. 2:14
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
11. 111 Co. 15:22
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados.
Ef. 2:1-3
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente
de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó,
Col. 2:13
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de
vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados,
1 Jn. 1:8-10
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y
la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel
y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si
decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no
está en nosotros.
III. Lo que la Biblia dice sobre la Elección Incondicional (Segunda doctrina de
la Gracia).
Dios eligió para salvación antes de la fundación a un grupo definido
de personas por el puro afecto de su voluntad, es decir porque así lo
quiso.
1 Re. 8:53
13. 13
2 Tes. 2:13
2 Tim. 1:19
2 Tim. 2:10
Tit. 1:1-2
1 Ped. 1:1-2
1 Ped. 2:7-10
Jud. 1:4
Ap. 17:81,4
IV. Lo que la Biblia dice sobre la Expiación Particular (tercera doctrina de la
Gracia).
Cristo murió únicamente por los elegidos.
Is. 53:11-12
Mt. 1:21
Mt. 20:28
Mt. 26:28
Mr. 14:24
15. 15
Ap. 1:5
Ap. 5:9
Luc. 19:10
1 Ti. 1:15
Gá 1:4
2 Co. 5:21
He. 9:12-14
1 Ped. 2:24
Col. 1:21-22
IV. Lo que dice la Biblia sobre el llamado eficaz (Cuarta doctrina de la Gracia)
Dios atrae irresistiblemente a la salvación a los elegidos.
Is. 14:27
Ez. 11:19
Mt. 11:27
Jn. 6:44-45
Jn. 10:16, 26:27
16. 16
Hech. 2:39
Hech. 16:14
Hech. 26:18
Ro. 29-30
Ro. 9:11-12
1 Co. 1:23-24
2 Co. 4:4-6
Ga. 1:15
2 Tes. 2:13-14
2 Tim. 1:9
Tit. 3:4-5
1 Ped. 2:9
1 Ped. 5:10
2 Ped. 1:3
V. Lo que dice la Biblia sobre la Preservación Eterna de los Santos (Quinta
doctrina de la Gracia).
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Los Elegidos de Dios, por los cuales Cristo murió nunca perderán su
salvación.
Jn. 5:24
Jn. 6:39-40
Jn. 10:26-29
Jn. 14:3
Jn. 17:12
Ro. 8:28-30,39
1 Co. 1:8-9
2 Co. 1:22
Fil. 1:6
2 Ti. 1:12
He. 6:17-20
He. 10:14-21
He. 13:10-21
1 Ped. 1:1-9