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¿Por qué el Canguro tiene bolsa
                 Marsupial?
                                                            Anónimo
Mucho tiempo atrás en su época de sueños en Australia, los
canguros no tenían bolsa marsupial. La señora canguro era muy
infeliz. Su pequeño bebé era tal preocupación. Cada vez que se
bajaba, desaparecía saltando hasta perderse.
La señora canguro ha estado cuidando de su bebé toda la mañana.
Y ahora tenía hambre. Mirando alrededor vio una inmensa piedra.
Ella dejaría a su bebé cerca de ella, entonces sabría donde
encontrarle, pues ella desea probar los dulces pastos que crecen
alrededor.
Y mientras descansaba en sus manos y empezaba a comer, escuchó
un gruñido y una voz que decía:
-¡Oh querida, oh querida! Viejo y bueno para nada eso es lo que
soy. A nadie le sirvo.
Mirando hacia arriba, señora canguro vio a un viejo wombat
moviéndose lentamente.
-¿Qué pasa Wombat? , preguntó ella. -Oh querida, oh
querida...solo estoy murmurando acerca de este mundo, sin tener
a nadie que se preocupe si vivo o si muero!
Pero ¿quién esta hablando?
Es la señora canguro, ¿no puedes tu verme? Mi querida, no he
puesto mis ojos en nadie este año pasado. Estoy ciego y sin nadie
que me pueda mostrar donde los dulces pastos están. -Yo te
mostraré el camino de cómo llegar a los pastos, dijo la señora
canguro saltando hacia él, dándose la vuelta.
-Toma y alcanza mi cola. Entonces iré despacio, ahora tomate tu
tiempo.
La señora canguro se detuvo pasivamente como un lagarto
tomando un baño de sol, y el wombat se cogió de su col. Entonces
Cada vez que el wombat se perdía, la señora Canguro
cuidadosamente ponía la cola a su alcance y le decía: - Ahí! Ahí
Wombat! No te preocupes tú estarás bien. Finalmente llegaron
donde están los dulces pastos. El wombat comió y comió, mientras
la señora canguro fue de regreso a buscar a su bebé. Por supuesto
que el bebé se alejó brincando desde la piedra. Paso mucho
tiempo hasta que la señora canguro lo encontrara. Ella volvió al
lugar donde dejo al Wombat. Pero el viejo Wombat se había ido a
dormir. De repente la señora canguro presintió peligro. Se sentó,
agudizó sus orejas, sus ojos brillaron, y olfateó el aire. Si, había
peligro. Tomando a su bebé, corrió a unos matorrales. Desde su
escondite La Señora Canguro vio a un cazador negro aparecer en
la claridad.
Este estaba arreglando su lanza, y vio que iba a matar al wombat.
Como un rayo la señora canguro bajó a su bebé y corrió hacia el
wombat. El hombre negro le dio una mirada, y se fue.
Allá muy lejos en su hogar el gran Espíritu Dorado estaba
pensando. Él se había cambiado a si mismo al viejo wombat para
descubrir quien era el animal más generoso. La señora canguro
fue la única que sintió piedad de él. Que podría darle él a ella?
Sus ojos cayeron en una bolsa dorada la cual había sido hecha por
los espíritus de los pastos. ¡Justo lo que necesitaba! Él le daría
aquello a la señora Canguro. Y ella podrá llevar a su bebé.
Llamando a uno de sus niños le dijo que llevara la bolsa dorada a
la señora canguro.
-Dile a ella que se amarre la bolsa alrededor de su cintura y haré
que crezca en ella.
Así el niño espíritu se lo llevó a la señora canguro. Y tan
pronto lo amarrara a su cintura paso a ser parte de su
cuerpo, que fue una amorosa y peluda cuna para su bebé. La
señora Canguro ahora tiene que enseñarle a su bebé a
permanecer en la bolsa. Esto tomó largo tiempo. Ella le
enseñó practicando un juego de esconderse en la bolsa, lo
que fue muy entretenido. El pequeño podía salirse, dar una
larga carrera y saltar primero la cabeza en la bolsa. Entonces
él podría darse vuelta hacia arriba, brillando sus ojos de
contento. Su mamá descubrió que podía hacer la bolsa más
grande o mas pequeña. Cuando sus enemigos la persiguen,
ella puede saltar junto a su bebé hasta llegar a protegerse en
los matorrales. Entonces con sus cortos brazos, sacar al
pequeño afuera. El enemigo podría seguirle a ella y el bebé
estaría a salvo.
Después que la señora canguro tuvo su bolsa todos sus
primos, los wallabies, el wallaroos, y el pequeño canguro
ratón, querían la bolsa también. Así que ella mandó un
mensaje al Espíritu Dorado, preguntándole si él tenía bolsas
para ellos. El Espíritu Dorado envió su palabra de que pediría
a los espíritus de los pastos, que hicieran uno para cada
valiente y generosa madre de la familia de los Canguros.
                                                Kahani Animalec
REFLEXIÓ
    N
La fábula cuenta con varios
valores, entre ellos la
solidaridad, empatía y la
generosidad que presenta la
mamá canguro al ayudar al viejo
ciego y hacerlo sentir mejor.
Otro valor presente es el amor
pues la mamá canguro tenía un
gran afecto por su hijo, pues
siempre quería protegerlo y lo
mejor para él.

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  • 2. Cada vez que el wombat se perdía, la señora Canguro cuidadosamente ponía la cola a su alcance y le decía: - Ahí! Ahí Wombat! No te preocupes tú estarás bien. Finalmente llegaron donde están los dulces pastos. El wombat comió y comió, mientras la señora canguro fue de regreso a buscar a su bebé. Por supuesto que el bebé se alejó brincando desde la piedra. Paso mucho tiempo hasta que la señora canguro lo encontrara. Ella volvió al lugar donde dejo al Wombat. Pero el viejo Wombat se había ido a dormir. De repente la señora canguro presintió peligro. Se sentó, agudizó sus orejas, sus ojos brillaron, y olfateó el aire. Si, había peligro. Tomando a su bebé, corrió a unos matorrales. Desde su escondite La Señora Canguro vio a un cazador negro aparecer en la claridad. Este estaba arreglando su lanza, y vio que iba a matar al wombat. Como un rayo la señora canguro bajó a su bebé y corrió hacia el wombat. El hombre negro le dio una mirada, y se fue. Allá muy lejos en su hogar el gran Espíritu Dorado estaba pensando. Él se había cambiado a si mismo al viejo wombat para descubrir quien era el animal más generoso. La señora canguro fue la única que sintió piedad de él. Que podría darle él a ella? Sus ojos cayeron en una bolsa dorada la cual había sido hecha por los espíritus de los pastos. ¡Justo lo que necesitaba! Él le daría aquello a la señora Canguro. Y ella podrá llevar a su bebé. Llamando a uno de sus niños le dijo que llevara la bolsa dorada a la señora canguro. -Dile a ella que se amarre la bolsa alrededor de su cintura y haré que crezca en ella.
  • 3. Así el niño espíritu se lo llevó a la señora canguro. Y tan pronto lo amarrara a su cintura paso a ser parte de su cuerpo, que fue una amorosa y peluda cuna para su bebé. La señora Canguro ahora tiene que enseñarle a su bebé a permanecer en la bolsa. Esto tomó largo tiempo. Ella le enseñó practicando un juego de esconderse en la bolsa, lo que fue muy entretenido. El pequeño podía salirse, dar una larga carrera y saltar primero la cabeza en la bolsa. Entonces él podría darse vuelta hacia arriba, brillando sus ojos de contento. Su mamá descubrió que podía hacer la bolsa más grande o mas pequeña. Cuando sus enemigos la persiguen, ella puede saltar junto a su bebé hasta llegar a protegerse en los matorrales. Entonces con sus cortos brazos, sacar al pequeño afuera. El enemigo podría seguirle a ella y el bebé estaría a salvo. Después que la señora canguro tuvo su bolsa todos sus primos, los wallabies, el wallaroos, y el pequeño canguro ratón, querían la bolsa también. Así que ella mandó un mensaje al Espíritu Dorado, preguntándole si él tenía bolsas para ellos. El Espíritu Dorado envió su palabra de que pediría a los espíritus de los pastos, que hicieran uno para cada valiente y generosa madre de la familia de los Canguros. Kahani Animalec
  • 4. REFLEXIÓ N La fábula cuenta con varios valores, entre ellos la solidaridad, empatía y la generosidad que presenta la mamá canguro al ayudar al viejo ciego y hacerlo sentir mejor. Otro valor presente es el amor pues la mamá canguro tenía un gran afecto por su hijo, pues siempre quería protegerlo y lo mejor para él.