Los israelitas emigraron a Egipto durante una sequía en Canaán. Inicialmente fueron tratados bien bajo el gobernador José, pero luego el faraón los convirtió en esclavos para construir las pirámides, temiendo su creciente poder. Egipto floreció bajo una de las civilizaciones más importantes de la antigüedad, con una sociedad agrícola, religión politeísta y escritura basada en jeroglíficos.
2. Egipto era un país muy rico donde floreció una de las civilizaciones
más importantes de la antigüedad.
Los israelitas iban allí a comprar
cereales cuando había sequías
en Canaán.
Una de estas sequías fue tan terrible
que decidieron quedarse a vivir
en Egipto.
3. Al principio los trataron
bien gracias a José, un
descendiente de Abrahán.
Pero, como cada vez eran más,
el faraón tuvo miedo de que se
hicieran más poderosos; así que
los convirtió en esclavos y los
obligaba a hacer los trabajos
más duros, como la
construcción de las pirámides.
4. Los egipcios creían
Los más importantes eran:
en muchos dioses,
Ra, dios del sol;
a los que adoraban.
Thot, dios de la sabiduría;
Isis, diosa de la luna;
y Anubis, dios de los muertos.
A los dioses les dedicaban ritos y les ofrecían regalos
para conseguir favores.
5. Egipto era un país agrícola.
Todos los años, de agosto a
octubre, las aguas del río Nilo
se desbordaban e inundaban las
orillas, creando así unos
terrenos muy fértiles para el
cultivo. De noviembre a febrero
se retiraban las aguas y se
sembraban las cosechas.
6. El faraón, que así se llamaba al rey de Egipto, era
considerado un dios. Tenía mucho poder y un ejército
muy numeroso y bien organizado. José el hijo de
Jacob, llegó a ser gobernador de Egipto porque
interpretó los sueños del faraón.
7. Los faraones y otras personas importantes eran
enterrados en grandes pirámides de piedra. Los egipcios
creían que había otra vida después de la muerte. Por eso,
momificaban el cadáver y lo metían en un sarcófago con
ofrendas, alimentos y todas sus pertenencias. Después,
lo depositaban en una tumba dentro de la pirámide.
8. Los egipcios inventaron
un tipo de escritura
que consistía
en una serie de símbolos
llamados jeroglíficos.
Todavía se conservan
jeroglíficos grabados en
piedra y escritos en papiro.
Muchos de ellos son
inscripciones que se ponían
en las tumbas.