2. RESUMEN
El emperador Lieu Tien-Ming había
mandado pintar en el gran salón del
templo de la Paz y la Felicidad un
gran dragón dorado. El pintor
escogido por el emperador fue
Chang-Seng-Yu. Este era un gran
pintor puesto que sus obras según
decía la gente parecían cobrar vida
propia. Llegó el gran día en el que
Chang y su discípulo entraron en el
templo y este empezó a pintar.
Después de un rato pintando lo
acabó pero el discípulo vio que al
dragón le faltaban los ojos.
Entonces este fue a preguntarle a
Chang porque el dragón no tenía
ojos y el pintor le respondió que si
los tuviera se iría volando y no
volvería. El discípulo no muy
convencido decidió ponerle los ojos