2. CONEJO
Uno de los usos más frecuentes de los conejos en los
laboratorios es la producción de anticuerpos,
empleados para detectar la presencia o ausencia de la
enfermedad, así como para investigar enfermedades infecciosas
y en inmunología.
3. EL GATO
El uso de gatos en ciencia está muy restringido y controlado [se
utilizaron, en 2014, 52 ejemplares]. Al ser una mascota habitual,
apenas se realizan unas docenas de usos, en laboratorios muy
concretos y para estudios en los que son insustituibles”, cuenta
Xurxo Mariño, neurocientífico y profesor en la Universidad da
Coruña, que ha utilizado gatos comunes para determinados
trabajos en neurofisiología.
4. AVES DE CORRAL
Muchas veces, olvidamos que los avances científicos y médicos
no solo benefician a los seres humanos. En realidad, una buena
parte de las investigaciones con animales se realizan con fines
veterinarios, agrícolas, control de plagas…”, señala Emma
Martínez Sánchez, que añade: “Las gallinas suelen ser un buen
modelo para investigación médica con estos propósitos.