El autor escogió la Universidad Minuto de Dios principalmente por su facilidad económica y bajo costo, así como porque el programa que estudia está calificado de alta calidad. Una vez dentro de la universidad, le comenzó a gustar más debido a la calidad de los maestros, las instalaciones educativas, los espacios y deportes disponibles, y los valores y enseñanzas que van más allá de las clases.