Los accidentes hogareños más comunes pueden prevenirse tomando ciertas precauciones como usar disyuntores, desenchufar aparatos eléctricos antes de dormir, asegurarse de que estufas y calefones no tengan fugas, guardar productos de limpieza y tóxicos en armarios altos fuera del alcance de niños, e instalar alfombras antideslizantes en el baño para evitar caídas.