1. Biografía de un desconocido.
Hace no mucho tiempo (unos 6 meses) me ocurrió un suceso que creo que
nunca podré olvidarlo.
Todo empezó un día cuando a mi puerta llegó un vecino diciéndome que había
una carta que en la parte de afuera tenía mi dirección. Al escucharlo me
sorprendí, y más al ver que lo que me decía era correcto. En efecto; había una
carta tal como me la describía mi vecino. Le di las gracias y me entré a mi
casa. Al cerrar la puerta miré intrigado la carta, ahí estaba, como esperando
que yo la leyera. Entonces de un momento a otro me encontré leyendo la carta,
decía así:
“Querido lector:
Te envío esta carta (aunque no nos conocemos) porque necesito contar mi historia,
estoy a punto de morir y no quiero morir como un desconocido. En esta carta no
puedo escribirte mi historia porque estoy muy ocupado y esta carta es sólo para
presentarme.
Muy pronto sabrás de mí.
Tu amigo
desconocido
N.N.”
Después de leerla me sentí muy intrigado e impaciente por seguir leyendo la
historia de aquél desconocido.
2. Todo ese día me sentí raro, tanto que no pude dormir bien esa noche. A cada
momento recordaba la lectura y me daba por pensar en la persona que me
envió la carta. Además pensaba el porqué de que aquella persona me escogiera
a mí.
3. Al otro día, al volver del trabajo me di cuenta de que por debajo de la puerta
me habían dejado otra carta. Decidí guardarla y leerla posteriormente todas
juntas. Lo malo es que nunca pensé en lo que podría pasar si lo hacía.
Después de leer bien la carta anterior me di cuenta de que debía leer la carta
inmediatamente al recibir una nueva. Al instante fui a buscar la carta que
había guardado y me decidí a leerla, ya no me aguantaba, y la leí. Decía así:
“Hola amigo:
Tal como te lo había prometido te volví a escribir, pero esta vez es para contarte
mi historia.
Yo nací en una población muy humilde de Santiago. Cuando entré en la escuela en
los primeros días me sentí raro, pero luego me acostumbré.
Era muy difícil sentirse parte de algo totalmente desconocido para alguien tan
pequeño, pero ser constante y perseverante es muy bueno y me sirvió en mi
proceso.
Fue muy fome y estresante sentirte que todos te dejaban de lado y que se
acercaran a ti solo para pedirte ayuda.
Ya en primero me sentía aislado solo por poseer más inteligencia que ellos (ellos
también eran inteligentes pero se les fue olvidando como ocupar su inteligencia en
cosas constructivas, eso pienso yo). Siempre fue difícil poder conocer a alguien que
quisiera ser tu amigo, pero muy pronto conocí a varias personas muy buenas que
me dieron su amistad.
Me di cuenta de que a veces por muy solo que esté no estoy deprimido ni nada por
el estilo, como mis compañeros que aunque tuvieran todo lo que quisieran no tenían
felicidad y siempre estaban deprimidos y tristes.
4. A veces me fijaba en una compañera, una de las mejores alumnas, ella siempre
estaba llorando y deprimida y eso que tenía muchos amigos que la acompañaran, ella
tenía problemas en su casa y yo me entristecía por ella, porque nunca estaba feliz.
Tu amigo
desconocido
N.N.”
5. Después de leer aquella carta me puse a reflexionar sobre lo difícil que es la
vida para algunas personas, que aún teniendo los mayores problemas que uno
podría soportar, los viven con calma, sabiendo que son algo pasajero y que se
van a poder levantar y que no caerán.
Después me decidí a salir a la calle para poder ayudar a la gente necesitada en
todo y así poder darles un momento para que pudieran ser felices aunque sólo
fuera por un momento. Así que salí a la calle a poder cumplir con lo que había
pensado.
A las 2 horas…
Ya estaba oscureciendo a esa hora y recién estaba de regreso de la calle.
Primero hablé con una señora que casi siempre está en el mismo lugar
pidiendo dinero, luego con un discapacitado que esperaba la micro, también
conversé con una abuelita que lloraba por su nieta (su nieta había
desaparecido), y al final tuve la oportunidad de charlar con una madre que
estaba con su hijo pequeño y que necesitaba desahogarse.
6. Con todos ellos pude conversar y luego de subirles el ánimo y de reanimarlos
los dejaba más tranquilos.
Después de eso me llegó un cansancio, así que me bañé y luego de ver un
poco de televisión, me acosté a dormir.
Al otro día, luego de levantarme, me sentí con unas ganas muy grandes de
volver a salir a conversar. Me agradó tanto todo que me quedó gustando.
Pronto me di cuenta de que como los días anteriores (solo que ahora era de
temprano) me había llegado otra carta. Como era tarde y tenía que irme al
trabajo, me decidí guardarla y llevármela al trabajo y leerla allá.
Al llegar al trabajo se me había olvidado lo de leer la carta, pero luego de ir a
buscar mi almuerzo la encontré y me propuse almorzar lo más rápido posible
y posteriormente leerla en el tiempo que me quedara libre en mi hora de
almuerzo.
7. No demoré ni 15 minutos y ya estaba almorzado. Posterior a eso saqué la carta
y me puse a leerla. Decía así:
“Hola amigo:
Esta es la continuación de la carta anterior.
Como te contaba, mi compañera siempre estaba triste por problemas, tantos que
se fue del colegio porque se cambió de casa. Me dio pena no poder ayudarla en
nada, pero así es la vida, y eso ya es pasado.
Desde 1º Básico a 4º Básico siempre me fue bien en mis notas y comportamiento,
tanto que con la excepción de 1 solo año siempre tuve el primer lugar en todo.
Ya en 5º Básico todo se puso un poco más difícil, pero nunca tanto para no poder
seguir manteniendo el primer lugar en las notas.
Desde ese año empecé a participar en talleres en el que sólo podían participar los
alumnos ordenados y los de buenas notas.
8. Luego de meses de participar en muchos talleres (unos 5) empecé a ir al colegio
con más ganas y más me subían mis notas.
Como siempre, tuve que estar lidiando por años con mis compañeros más
desordenados, flojos y pesados, tratando de ayudarlos.
Casi siempre los mejores y más ordenados alumnos, luego de pasar los años se
volvían pesados, desordenados, flojos, irresponsables y cosas por el estilo.
Sufrí mucho al ver a mis antiguos amigos convertirse y dar paso a ser de los peores
alumnos.
Aunque quise ayudarlos, la mayoría de las veces fue en vano, porque luego de un
tiempo de estar “tranquilizados”, los antiguos amigos los volvían al mal camino.
Tu amigo
desconocido
N.N.”
9. Me emocioné leyendo aquella maravillosa carta. No solo porque era muy
buena la historia, sino también por lo que dice, que él intentó salvar a sus
amigos, y aunque hizo lo posible por conseguirlo fueron ellos los que se
quisieron alejaron y no quisieron “salvarse”.
10. Desde ese momento siempre medito en mis amigos que quedaron en el
camino, y pienso que yo nunca hice nada por ayudarlos y me siento muy mal
por eso.
Uno casi siempre se olvida de lo que hace pero yo en vez de hacerlo, siempre
trato de no olvidar las cosas buenas que me han pasado.
Aunque muchas veces me cuesta olvidar lo malo también, ese día me puse a
recordar todo lo malo que me pasó y me acordé que en casi todos esos malos
momentos siempre había un amigo ayudándome.
Si en este momento tuviera uno enfrente le daría las gracias por lo bueno que
fue conmigo.
Después del trabajo…
Volví a mi casa rendido de agotamiento, no por eso me privé salí nuevamente
a seguir asiendo lo del día anterior,.
Nuevamente volví a hablar con las mismas personas y otras más con las que
creí conveniente charlar.
Luego de 3 horas…
Volví aún más agotado que el día anterior por lo que me apresuré a hacer lo
necesario para poder acostarme tranquilo (bañarme, tomar once, ponerme
pijama, etc.).
11.
12. Aburrido de la misma rutina de todos los días me decidí levantar más
temprano de lo común, para poder ir a trotar y luego poder jugar un poco de
basquetball. Posterior a eso volví a la casa y estaba la última carta que
encontré (yo no lo sabía, pero esa iba a ser la última vez que iba a encontrar
una carta en la entrada de mi casa. Esta carta decía así:
“Querido amigo:
Esta carta, al contrario de las otras es un poco más corta. El motivo de esto es
porque estoy muy enfermo y temo que no volveré a enviarte cartas, no sé si
nunca, pero no por un buen tiempo.
Desde mi última carta no puedo parar de recordar todo lo que me pasó en esos
años de soledad en la básica. Todo cambió al entrar a la media; allí todo fue muy
grato.
Desde el primer día me hice unos amigos que como es común se acercaron primero
solamente para saber algo sobre mí, pero luego ya fue común que se juntaran
conmigo y habláramos la mayoría del recreo y, posteriormente, en la sala nos
juntáramos en grupos para hacer y todas la tareas posibles juntos ayudándonos y
también poder compartir nuestros conocimientos.
Ya en tercero medio, con los compañeros que elegimos cierta carrera pudimos seguir
haciendo lo mismo y a la vez poder incluir nuevos amigos al grupo.
Nunca creí que pudiera conocer gente tan buena como la que conocí en esos 4 años
y que pudieran convertirse en mis amigos.
Todavía recuerdo todos esos momentos felices que pasé con esos amigos tan
distintos a los conocidos anteriormente en la básica y poder así compartir unos
momentos tan felices con ellos….
Tu amigo
desconocido
N.N.
13.
14. Quedé sorprendido al leer esa carta que significaba que él al fin pudo ser feliz,
aunque sólo fueran 4 años.
Lo que más me intrigó fue la forma de terminar su carta. Esos puntos
suspensivos ¿qué significaban?
Después de una semana llegaron a mi puerta unos carabineros diciéndome que
habían encontrado muerto a un joven en una casa y que en ella había cientos
de hojas para carta y que estaban escritas como en un bosquejo y que tenían la
dirección de mi casa escrita en ellas.
Así pude explicar a alguien lo que desde hace algunos días me estaba
ocurriendo con las misteriosas cartas y así la gente pudo saber la historia de
aquél joven que luego de sufrir mucho pudo vivir un poco de felicidad.
Ya de eso casi medio año y siempre me he preguntado por qué aquel joven me
eligió a mí para enviarme sus cartas… y creó que nunca podré contestarme esa
pregunta…