El documento describe brevemente una carrera entre un automóvil deportivo y un jetpack, ganando el automóvil debido a las limitaciones de velocidad y autonomía del jetpack. Luego discute una nueva tecnología de impresión 3D microscópica que puede crear réplicas a escala de 285 micras en solo segundos, mucho más rápido que sistemas anteriores, usando litografía de dos fotones y una resina especial. Finalmente, sugiere posibles aplicaciones médicas si la tecnología puede miniaturizarse aún más.

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No se vivía algo así desde que el hijo de Chuck Norris le dijo a la hija de Pérez-Reverte “mi
papá le puede al tuyo”. Un auténtico duelo de titanes. A este lado del cuadrilátero un
Megane RS, en aquel lado un señor con una mochila de la que sale humo y que ¡atención!
le hace salir volando. Desigual desafío, uno corre, el otro vuela, todos ganamos y tú disfrutas
con el vídeo que te mostramos a continuación.
Son sólo 400 metros la distancia que ha sido elegida para esta competición que, antes de
ver su desarrollo en este vídeo, ya te imaginarás que habrá ganado el coche de competición.
Pero eso no es lo importante, el competidor que empleaba una mochila a reacción, un
jetpack ha podido tener una experiencia seguro que más adrenalínica (¿existe ese palabro?)
y desde luego ha gozado de las vistas más espectaculares… aunque ver desde el interior
del coche cómo te persigue un tío volando tampoco es moco de pavo.
De todas maneras hay que aclarar que la carrera se pierde por dos circunstancias. El piloto
de mochila aérea (¿existe esa licencia de vuelo? el titulín de las nubes) primero necesita
alcanzar una altura de seguridad y cuando la alcanza tiene dos importantes limitaciones: la
velocidad máxima que puede desarrollar es de unos 90 km/h y la autonomía no supera los
30 segundos.

2. En fin, algún día veremos carreras de mochilas voladoras, no perdamos la esperanza.
Una nueva tecnología de impresión microscópica 3D bate récords de tiempo
Lo que estáis viendo en la foto es una réplica de un coche de Fórmula 1 de tan sólo 285
micras. Para que os hagáis una idea más o menos lo que miden los genitales de una pulga.
Pero no sólo su tamaño es sorprendente, sino también la velocidad en la que se ha
generado gracias a un nuevo sistema de impresión 3D microscópica, chuleando con creces
a los sistemas anteriores. El vídeo del making of del modelo y más detalles a continuación.
El sistema ha sido desarrollado en la Universidad Técnica de Vienna y combina una nueva
aplicación de la litografía de dos fotones con un tipo especial de resina líquida. Anteriores
sistemas tenían velocidades de milímetros por segundo, el nuevo sistema permite hasta 5
metros por segundo.
La litografía de dos fotones consiste en el endurecimiento de un líquido al absorber dos
fotones de luz de manera simultánea. Para hacerlo más rápido cuentan con un sistema de
espejos motorizados de alta velocidad que están en constante movimiento y que, por tanto,
no se ven afectados apenas por la aceleración y desaceleración.
El segundo secreto de su éxito es una resina especial líquida que se activa más
rápidamente. Actualmente están desarrollando además una resina biocompatible, que
permitiría su uso médico.
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Imaginaos las posibilidades, si consiguen miniaturizarlo más puede que lleguemos al apogeo
del nanomerchandising y… !por fin podamos inyectarnos figuras de Hello Kitty en vena!