2. El HTML se preocupa por formatear datos y para ello
son las etiquetas que tiene el lenguaje, para
formatear la información que se desea mostrar.
El XML se preocupa por estructurar la información
que pretende almacenar. La estructura la marca la
lógica propia de la información.
El desarrollo del HTML estuvo marcado la
competencia entre los distintos visores del mercado.
Cada uno quería ser el mejor e inventaba etiquetas
nuevas que a la larga entraban a formar parte del
estándar del W3C, como la etiqueta <FRAME>.
3. El desarrollo del XML está
siendo llevado a cabo con rigor,
siempre ajustado a lo que
marca el estándar que
desarrolla el W3C, entidad que
está desarrollando el XML con
más diligencia que las
empresas con intereses
particulares. Procesar la
información en HTML es
inviable, por estar mezclada
con los estilos y las etiquetas
que formatean la información.
4. En XML se puede procesar la información con mucha
facilidad, porque todo está ordenado de una manera
lógica, así mismo el formateo de la información para
que se pueda entender bien por el usuario es viable a
través de un pequeño procesamiento, a través de
hojas de estilos o similares.
XML y HTML son lenguajes muy diferentes. Ambos
nacen de la misma inspiración llamada SGML por lo
que su sintaxis es similar, aunque cada uno fue
diseñado para cumplir distintas funciones:
5. El XML (eXtensive Markup Language) es un lenguaje
que fue concebido para describir información. Su
función principal es ayudarnos a organizar contenidos
y eso hace que los documentos XML sean portables
hacia diferentes tipos de aplicaciones.
El HTML (HyperText Markup Language) por otro lado
ha sido concebido para mostrar información,
determinar como actúa y que hace. Su función radica
en ayudarnos a darle formato a los diversos
contenidos de una página.
6. Resumiendo, el XML sirve
para describir
información y el HTML
sirve para darle formato y
presentarla a través de un
navegador. O sea que el
XML no es ni será nunca
un remplazo del HTML
sino un complemento que
sirve para manejar la
información separada del
formato.
7. Un dato importante es que al hablar de XML
hablamos de documentos bien formados (well
formed). Mientras en HTML podemos ser
desordenados: <P><B><i>Este texto estará en
negritas e itálicas</b></I><BR>, en XML tenemos que
respetar los tags. Todos deberán ser anidados
correctamente:
<TagA><TagB>Contenidos</TagB></TagA>. Algo muy
importante es que son “case sensitive” de tal forma
que <B> no es lo mismo que <b> sino son dos tags
diferentes.
8. También debemos
presentar atención
importante a que todos
los tags deben ser
cerrados. Si usamos un
tag independiente como
el <br> o <hr>, lo
cerramos incluyéndole un
diagonal al final: <br />,
<hr />. Por lo anterior, el
XML está ayudando a que
seamos más ordenados y
respetemos el lenguaje
que gracias a la tolerancia
de los navegadores ha ido
decayendo.
9. ¿Hacia donde van el XML y el HTML?
A pesar de que el HTML tiene sus definiciones, la
tolerancia de los navegadores ha hecho que
documentos mal formados funcionen. Por ello nace el
esfuerzo de juntar lo mejor de los dos lenguajes que
hemos analizado para pensar a futuro en XHTML. El
XHTML (eXtensive HyperText Markup Language) es
una familia de tipos de documentos y módulos que
reproducen, definen y extienden el HTML
reformulando gracias al XML.
10. El XML no es ningún tipo de documento SGML, sino
que es una versión abreviada de SGML optimizada
para su utilización en Internet. Esto significa que con
él vamos a poder definir nuestros propios tipos de
documentos (podremos definir nuestras propias
etiquetas) y, por tanto, ya no dependeremos de un
único e inflexible tipo de documento HTML. Por ello,
la primera y más importante diferencia entre le HTML
y el XML, es que el HTML es un lenguaje, mientras
que el XML es un metalenguaje. Esto permite crear
nuestras etiquetas.
11. Por ejemplo, si queremos colocar información en
nuestra Web sobre un libro podríamos hacerlo de esta
manera:
<libro>
<titulo>El Quijote</titulo>
<autor>Cervantes</autor>
<precio moneda="euro">20</precio>
<portada nombre="portada" tipo="gif"/>
<video nombre="quijote" tipo="avi" duración="30"/>
</libro>
12. En lugar de:
<div>
<p><b><font size="4">El Quijote</font></b></p>
<p><i>Cervantes</i> ~ <font color="red">20
euros</font></p>
<center><img src="portada.gif"></center>
<p><a href="quijote.avi">Video promocional</a> ~
Duración 30 segundos.</p>
</div>
13. Así, si tenemos un poco de cuidado al crear nuestras
etiquetas podremos elaborar fácilmente documentos
inteligentes. No hay que ser un experto en
informática para observar, por ejemplo, que cualquier
buscador indexará de forma más eficiente el primer
ejemplo que el segundo.