El documento argumenta que los jóvenes deben ser orientados hacia valores humanistas y espirituales para darle propósito a su vida y prevenir conductas de riesgo. Esto molesta a las mafias que quieren que los jóvenes vivan de forma irresponsable sin metas u objetivos. El documento también indica que esta postura va en contra de otros que no están a favor de la verdad.